Ence provisiona 196 millones por el posible cierre de la planta de Pontevedra
Ganó 12 millones en el segundo trimestre por el alza del precio de la celulosa
La papelera Ence ha provisionado 196 millones de euros para hacer frente al posible impacto que tendría el cierre de la planta en Pontevedra. Un escenario más que probable tras las dos sentencias de la Audiencia Nacional del pasado 15 de julio, en las que anulaba la prórroga de la concesión de la actividad hasta 2073, concedida por el gobierno popular de Mariano Rajoy.
En los resultados del segundo trimestre, presentados esta tarde a cierre de mercado, la compañía ha registrado un beneficio neto ordinario de 12 millones de euros gracias a los altos precios marcados por la celulosa y al buen desempeño operativo del grupo. De hecho ha pasado de registrar unas pérdidas de 13 millones en el mismo período de 2020 a obtener unas ganancias de 12 millones entre abril y junio de 2021.
En el hecho relevante remitido a la CNMV, la empresa ha actualizado el coste que supondría el cierre de la planta de Pontevedra hasta los 196 millones de euros. De ellos, 48 corresponderían los gastos por el desmantelamiento de la instalación (en el que no se incluye el coste del ERE) y otros 148 millones corresponderían al deterioro del valor de los activos vinculados a la biofábrica.
Con las dos sentencias del 15 de julio, la Audiencia Nacional daba la razón a las dos demandas presentadas por el Ayuntamiento de Pontevedra y por Greenpeace contra la continuidad de la actividad de esta planta. Ence rechaza esos argumentos y justifica que, además de cumplir con todos los estándares de seguridad, la fábrica es un motor de actividad económica para la región, ya que de ella dependen 5.200 empleos (400 trabajos fijos, 2.700 contratistas y 2.100 del sector forestal)
La papelera ha presentado precisamente hoy dos recursos de casación ante el Tribunal Supremo contra las sentencias de la Audiencia Nacional y asegura que agotará todas las vías jurídicas en defensa de la legalidad de la prórroga de esta concesión incluso hasta llegar al Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea, lo que podría demorar varios años la resolución definitiva del caso. Hasta que no se aclare si la fábrica de Pontevedra pueda mantener su ubicación o cambiar a otro emplazamiento, la empresa ha optado por congelar su plan de inversiones en Pontevedra y orientarlas a la planta de Navia y al nuevo negocio de la energía.
Refinancia 130 millones en busca de oxígeno financiero
Ence obtuvo a mediados de septiembre un balón de oxígeno de la banca tras el último varapalo judicial a su planta de Pontevedra, tal y como publicó Cinco Días, ya que pactó prolongar el vencimiento de un crédito revolving de 130 millones hasta 2026. De hecho amplió el importe de la línea hasta los 130 millones y retrasó tres años su vencimiento de 2023 a 2026.
La compañía, que trata de centrar su actividad hacia las energías renovables y abandonar progresivamente el peso de la industria papelera, acordó la nueva refinanciación con siete entidades bancarias (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Banco Cooperativo, Citi y Deutsche Bank).