Las ‘small caps’ baten en el último año a los grandes índices de Europa y EE UU
Varios fondos se han tenido que cerrar a nuevas aportaciones por el éxito obtenido
Una de las grandes sorpresas de los mercados bursátiles durante el último año ha sido el buen desempeño de las compañías de pequeña capitalización, conocidas en la jerga como small caps. En Estados Unidos, este tipo de empresas ha logrado un 17% más de rentabilidad que las grandes, mientras que en Europa han rentado un 9,3% más. Los fondos de inversión especializados han tenido un éxito fulgurante.
Un buen ejemplo de lo ocurrido con este tipo de pequeñas cotizadas es el fondo True Value Small Caps, impulsado por José Luis Benito y Alejandro Estebaranz. Un año y medio después de su creación, y tras alcanzar un patrimonio de 80 millones de euros, han tenido que cerrarlo a nuevas aportaciones. En 12 meses el vehículo se había revalorizado un 92%.
El fondo invierte en pequeñas compañías de todo el mundo, especialmente europeas. La limitación de este tipo de inversiones es, precisamente, la pequeña capitalización. Al tratarse de empresas con tamaño reducido, los grandes inversores no pueden entrar porque no hay suficientes acciones para comprar.
En Europa, el índice Stoxx 200 Small ha logrado en el último año el 42,5%, frente al 33% del selectivo Euro Stoxx 50, que reúne solo a los 50 mayores valores del Viejo Continente. En Estados Unidos, el índice de referencia para las small caps es el Russell 2000, que se ha revalorizado un 50,8% en los últimos 12 meses, frente al 33,4% del S&P 500, que reúne a las compañías más grandes.
Otros factores que explican el 'boom'
Tecnología. En EE UU, parte del comportamiento diferencial de las pequeñas compañías se explica porque el sector tecnológico ha frenado un poco su larga revalorización.
Regulación. Entre las grandes compañías de los índices, especialmente en Europa, hay muchas que operan en sectores muy regulados, como los bancos o las eléctricas. En un contexto de inicio de recuperación económica, este tipo de grupos son menos atractivos.
Flexibilidad. Las firmas de pequeña y mediana capitalización tienen más capacidad para adaptarse a las condiciones de mercado. Al tiempo que ahora pueden financiarse muy barato.
Alexander Lippert, gestor de fondos en MainFirst Asset Management, especializado en empresas de pequeña y mediana capitalización, explica que “durante la pandemia, las pequeñas cotizadas han demostrado que han sido muy capaces de ajustar su base de costes de forma rápida. Muchos de los campeones ocultos de Alemania fueron incluso ganadores estructurales de esta crisis. Gracias a la solidez de sus balances, a menudo pudieron incluso ganar cuota de mercado”.
Uno de los vehículos que gestiona, el MainFirst Germany, ha conseguido en los últimos 12 meses una rentabilidad del 42,8%.
En España, otro de los fondos que tuvo que cerrar al alcanzar los 100 millones de patrimonio bajo gestión es el Magallanes Microcaps Europe, gestionado por Iván Martín. En el último año ha conseguido un retorno del 64,6%, con apuestas como el grupo vitivinícola Italian Wine Brands o el importador de frutas, también italiano, Grupo Orsero.
Martín, presidente de Magallanes Value Investors y director de inversiones, explica que las compañías de pequeña capitalización son “un mercado ilíquido, generalmente ineficiente, donde las disparidades entre valor y precio perduran más en el tiempo y, a la vez, son más grandes”.
Los grandes fondos de inversión o los fondos indexados no pueden plantearse invertir unos cientos miles de euros en un grupo bodeguero italiano, aunque tenga unas métricas financieras excelentes, porque para ellos no es rentable, dada la bajísima liquidez del mercado. Por eso, este tipo de compañías vuelan bajo el radar y se convierten en invisibles para la mayoría del mercado.
Una de las gestoras de fondos más famosas de España, Lola Solana, está especializada en este tipo de firmas. Su fondo Santander Small Caps Europa ha conseguido una rentabilidad en el último año del 42,4%. “Las pequeñas compañías cotizadas han demostrado que están muy asentadas en ciertos nichos de mercado y que son capaces de crecer mejor que las grandes”.
Además, en muchos casos estas pequeñas firmas están controladas aún por el fundador o su familia, un factor que ha demostrado ser un plus para conseguir mejores rentabilidades que compañías con otra estructura accionarial.
La gestora de fondos suiza Bellevue lleva años apostando por este tipo de compañías familiares de tamaño pequeño, con unos resultados excelentes. La firma ha impulsado una serie de estudios con varias universidades que demuestran que este tipo de empresas tienen un uso más eficiente del capital, son más rigurosas con las retribuciones de los órganos directivos, son capaces de invertir durante las recesiones y así ganar cuota de mercado a sus competidores, y predomina en ellas una visión a largo plazo.
Mathieu Racheter, estratega jefe para mercados emergentes de la firma Julius Baer, explica en una nota para inversores que “esperan un mayor crecimiento de los beneficios en el ámbito de las empresas de pequeña capitalización durante los próximos dos años, lo que, unido a unas valoraciones relativas bajas durante una década, se traduce en un sólido telón de fondo para este tipo de compañías”.
Desde una perspectiva regional, la firma suiza se decanta por las pequeñas firmas europeas frente a las estadounidenses, “dada la mayor exposición a los sectores sensibles al crecimiento, que deberían beneficiarse de la gran reapertura de Europa”.