_
_
_
_
En colaboración conLa Ley
_
Delitos
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Acoso en las redes: así se demuestra en los tribunales

Los denunciantes deberán apoyarse en un informe pericial de un criminólogo experto en informática forense y en ciberdelincuencia

Getty Images
Getty Images

Un día cualquiera, una persona abre sus redes sociales y se encuentra con la desagradable sorpresa de que está siendo víctima de acoso en las redes. Ya sea por su físico, por su carácter, su estatus social, raza, religión, opiniones políticas…o bien es víctima de acoso sexual por parte de un superior o un compañero de trabajo. Empieza a ver publicaciones y a recibir mensajes en las diferentes redes sociales que menoscaban poco a poco y a través de un solo clic su integridad moral y su derecho al honor. Esta persona está siendo víctima de un delito contra el principio fundamental de la libertad y la integridad moral, que puede llegar a atentar incluso contra su libertad sexual.

A la hora de probar este delito, la mejor opción es acudir a un criminólogo perito judicial en informática forense o en ciberseguridad y ciberdelincuencia. Solo así podrá tener una prueba documental -el informe pericial- para aportar en juicio. Este informe no sólo dará fe de lo que está sucediendo, sino que aportará pruebas documentadas sobre las características del delito: cómo se está produciendo, desde cuándo, quién es el autor, con qué objeto se ha cometido y la evidencia de que no se ha producido ninguna modificación maliciosa por parte de la víctima, entre otras. El punto más difícilmente demostrable es el de la intencionalidad, ya que es subjetiva. En todo caso, gracias al informe pericial, la autoridad judicial dispondrá de más información para poder dictar una decisión conforme a derecho.

El primer paso que debe seguir quien esté sufriendo acoso a través de las redes sociales es conservar todo material en el que se evidencie que está siendo víctima de este delito. En segundo lugar, debe acudir lo más pronto posible ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, para que puedan determinar el potencial alcance y gravedad del asunto con ayuda de su unidad de delitos informáticos. En el caso de que el acoso pueda derivar en una situación que atente contra la vida, la integridad física o sexual o la libertad del individuo, nos encontramos ante un delito grave.

En este punto, la víctima podrá solicitar a un perito judicial en informática forense o en ciberseguridad y ciberdelincuencia que redacte un informe pericial en el que dé fe de lo que está sucediendo y cómo, de los autores del delito y de la inexistencia de manipulación de las pruebas. Incluso en el caso de emails, fotos u otros archivos borrados, el perito judicial podrá recuperar las pruebas mediante herramientas específicas. Es importante recordar que todo lo que se lanza a la red, queda para siempre en la red. Este informe pericial, junto con la ratificación en juicio del perito, ayudará a la autoridad judicial a dictar una resolución más formada, no sólo acorde a derecho, sino acorde a los hechos. Asimismo, en el caso de que el perito judicial esté formado en ciberdelincuencia, podrá trazar un perfil de la víctima y del presunto delincuente para contribuir a la prevención de situaciones similares en el futuro.

Cuando la víctima del acoso en la red es un menor de edad, los padres o tutores legales pueden interpretar diversas señales: inapetencia, apatía, empeoramiento de las calificaciones académicas, aislamiento social e irritabilidad, entre otras. Ante la sospecha de que un menor está siendo víctima de acoso en la red, es clave fomentar la confianza para que sea el propio niño quien lo cuente a los adultos que lo rodean. En situaciones en las que esto resulte muy complicado, no quedará otra alternativa para protegerlo que vigilar sus redes sociales. En el caso de acoso sexual, las personas cercanas a la víctima podrán alentarla a denunciar el hecho ante la policía o en los juzgados.

En todos los casos, los denunciantes deberán apoyarse en un informe pericial de un criminólogo perito experto en informática forense y en ciberdelincuencia, ya que su perfil multidisciplinar lo ayudará a saber cómo actuar y orientar a la víctima. En base al contenido del informe, las autoridades judiciales podrán dictar una resolución acorde con los hechos y el ordenamiento jurídico español, pudiendo exigir medidas cautelares para proteger a la víctima cuando resulte necesario.

En conclusión, este novedoso tipo delictivo cuenta con posibles vías de prueba y protección de la víctima, siempre y cuando el denunciante sepa a qué profesionales acudir y comprenda la importancia de aportar todo el material digital que pueda resultar relevante en el juicio.

Albert Galán Llongueras, socio fundador de Perito Judicial Oficial.

Archivado En

_
_