Santander lidera el repunte de la inversión crediticia en la gran banca
Tras un inicio de año a la baja, los bancos abren el grifo del crédito
La banca española ha vuelto a abrir el grifo del crédito. Tras un inicio de año en el que la concesión de préstamos se había desacelerado, en el segundo trimestre de 2021 la inversión crediticia de la gran banca ha repuntado hasta situarse casi al nivel de junio de 2020, trimestre en el que alcanzó su mayor volumen debido a que se formalizó el grueso de las líneas de liquidez avaladas por el ICO y que permitió a las entidades engrosar su stock de crédito.
De esta forma, el saldo agregado por parte de los cinco principales bancos españoles ascendió a 878.095 millones a cierre de junio, lo que supone un 1,57% más que el trimestre anterior y muy cerca de los 881.587 millones registrados en junio del año pasado, que fue la mayor cifra registrada en los últimos tres años.
Santander ha liderado este aumento del crédito al sumar 7.979 millones al volumen total de préstamos concedidos en España en el último trimestre, lo que supone un 4,18% más que en marzo de este año. De hecho, la entidad presidida por Ana Botín se ubica en un nivel por encima de los 197.424 millones en préstamos que tenía en España hace un año y que como se ha mencionado era ya un nivel elevado por el impulso que supusieron las líneas avaladas por el ICO.
En términos absolutos le sigue BBVA, con 3.855 millones más en el trimestre (+2,32%), Bankinter con 2.014 millones (+3,19%) y Sabadell, con 1.227 (+1,01%). La única entidad ha reducido el volumen de crédito concedido entre marzo y junio es CaixaBank, con 1.302 millones menos. De hecho, es la única entidad ha venido reduciendo el nivel de inversión crediticia desde finales de 2020.
Este repunte del crédito da un respiro a los supervisores. El Banco de España ya había alertado meses atrás de que una contracción de los préstamos bancarios, especialmente a las empresas viables, podría afectar a la senda de reactivación de la actividad económica.
Y es que, según los datos del propio Banco de España, entre enero y febrero de este año las entidades prestaron 53.757 millones en nuevos créditos, que suponía el dato más bajo desde que hay registros. A la incertidumbre para realizar inversiones por parte de las empresas, debido a la falta de visibilidad sobre el fin de la pandemia se unía una falta de demanda debido a la lluvia de liquidez que habían supuesto los créditos ICO durante 2020 y que ya regaron las tesorerías de las empresas.
Sin embargo, la aceleración en los programas de vacunación, los mejores resultados, previsiones y la recuperación de la actividad hasta prácticamente niveles precovid ha hecho que el motor del crédito haya vuelto a coger ritmo.
Los créditos dudosos, en mínimos
A pesar del incremento en el volumen de crédito, el nivel de morosidad se encuentra en mínimos de la última década. Según los datos publicados por el Banco de España la semana pasada, la morosidad de la banca española cayó al 4,4% en junio frente al 4,55% de mayo.
Se trata de uno de los indicadores que más vigilan los supervisores debido a que se espera un repunte en cuanto vayan venciendo los plazos para devolver los préstamos concedidos durante la pandemia. Hasta ahora no se ha reflejado un aumento en las estadísticas gracias a las medidas para contener la crisis, como las moratorias y la ampliación de los vencimientos, pero es previsible que en los próximos meses se produzca un deterioro en las carteras.