Abanca ultima sumarse a la fiebre del oro verde con una colocación de deuda
Se prepara para emitir bonos verdes en lo que queda de 2021; la banca española ha vendido 4.500 millones en deuda sostenible
La emisión de deuda sostenible gana día a día más adeptos. Organismos públicos, empresas y bancos se suman a la corriente. Después del éxito logrado entre las grandes entidades españolas con la venta de deuda verde y social, ahora las miradas están puestas en las de menor tamaño. Uno de los próximos jugadores en salir a la pista será Abanca, con una emisión de bonos verdes, según fuentes financieras antes de que finalice 2021.
La entidad que preside Juan Carlos Escotet presentó a mediados de mayo el Plan de Acción de Banca Responsable y Sostenible para el periodo 2021-2024. Se propone alcanzar la neutralidad en las emisiones de dióxido de carbono y disponer de una alternativa sostenible para toda la gama de productos.
Así, la entidad está trabajando para lanzar este año su primera emisión de un bono verde. De momento y según las fuentes consultadas no hay fecha concreta para el lanzamiento, pero será tras el verano. Tanto el importe como la tipología exacta de la emisión se conocerán más adelante, según explican en la entidad. El compromiso con la financiación de proyectos medioambientales se completará con una oferta sostenible de productos y servicios. Abanca impulsará el modelo de gestión de carteras de fondos de inversión sostenible Alpha360.
Junto a esta entidad, otro de los candidatos con los que especula el mercado es Unicaja. El banco, que el 30 de julio culminó el proceso de fusión con Liberbank, podría sumarse en los próximos meses a la venta de deuda verde. Desde la entidad se limitan a señalar que sondean el mercado con todo tipo de opciones. Como en toda emisión, decantarse por un tipo de bono u otro dependerá de las necesidades, los precios que exija el mercado y el apetito de los inversores.
En los seis primeros meses del año Santander, CaixaBank y Sabadell han sido las tres entidades que han aprovechado el apetito de los inversores por la deuda sostenible. Los tres bancos han realizado cinco operaciones de deuda verde y social con las que han captado 4.500 millones, un 63,6% más que los 2.750 millones vendidos en el primer semestre de 2020. La deuda sénior no preferente y la subordinada que computa como capital de segundo nivel (Tier 2) fueron las tipologías escogidas por las entidades. Su duración oscila entre los cinco años de los títulos Tier 2 de CaixaBank y los ocho años de los bonos sénior no preferentes vendidos por Santander.
De las tres entidades, el banco que pilota Gonzalo Gortázar fue el claro protagonista con la colocación de 2.000 millones en bonos verdes, cuantía a la que se suman 1.000 millones en deuda social. Esto ha permitido que se convierta en uno de los principales emisores financieros de deuda sostenible en euros del mundo.
Además de las operaciones de las los bancos, el mercado tiene puesta la mirada en la primera emisión verde del Tesoro, prevista para la vuelta del verano. Después de la aprobación del marco y tras haber conseguido la máxima calificación medioambiental, el organismo que dirige Carlos Cuerpo ha iniciado las conversaciones con inversores para venderles el papel. Según lo señalado por la institución, que prevé vender una referencia a 20 años a partir de septiembre, la emisión de este tipo de títulos puede realizarse con una sindicación –lo habitual en el inicio de una referencia– o con las subastas tradicionales.
Un año récord
La agencia de calificación Moody’s espera que la emisión mundial de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad alcance los 850.000 millones de dólares (unos 720.000 millones de euros) en 2021, un 59% más que el año pasado. Además de los atractivos precios para los emisores, la mejora del marco normativo está contribuyendo a su desarrollo. Tras la reunión general anual celebrada en junio, la Asociación Internacional de Mercados (ICMA) anunció la publicación de nuevos documentos que apoyarán el desarrollo continuo de los mercados de deuda sostenible. En este proceso juega un papel destacado la UE, que, con su estrategia de financiación sostenible, impulsará gradualmente una mejor divulgación de los principios ESG y dotará de una mayor credibilidad a los bonos sostenibles.