Jack Dorsey, meditando cómo será el internet del futuro
El fundador y jefe de Square y Twitter apuesta por expandirse en los sistemas de pago con la compra de la australiana Afterpay
Square, la empresa de pagos digitales, ha alcanzado un acuerdo para adquirir Afterpay, la firma australiana pionera en el mercado del compre ahora y pague después por 39.000 millones de dólares australianos, unos 24.000 millones de euros. Con esta operación, Dorsey, fundador y jefe de Square, además de cofundador y CEO de Twitter, entra en un modelo de negocio que cada vez está alcanzando una mayor popularidad, y que ha revolucionado el crédito al consumo. Se trata de un mercado por el que ya compiten PayPal, Klarna y Affirm Holdings, y donde parece preparar su entrada Apple.
Pero ¿quién es Dorsey, o Jack, como le conoce la comunidad de su red social? Tatuajes y piercing en la nariz, y siempre vestido a la última, al verle podrías pensar que es más un integrante de un grupo hipster que un friki de la tecnología. Pero nada más lejos de la realidad. Nació en 1976 en San Luis, una ciudad de unos 320.000 habitantes ubicada en Misuri, junto al río Misisipi. Su padre era ingeniero mientras que su madre, con quien mantiene una relación muy estrecha, prefirió cuidar de su familia.
Con ocho años tuvo su primer Macintosh, con el que realizaba animaciones, mapas de información de trenes, una de sus pasiones infantiles, y programas informáticos sobre ciudades. Con 15 años consiguió escribir un software de código abierto en el ámbito de la logística de envío. Formado en un colegio católico, el Bishop DuBourg, no terminó sus estudios en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Misuri, ni en la Universidad de Nueva York, donde comenzó a gestar la idea que más tarde se convertiría en Twitter. Lo que si terminó fueron sus estudios como masajista, obteniendo la titulación oficial.
Uno de sus primeros trabajos fue desarrollar un programa para el sistema de entradas del ferry que lleva a los turistas a la cárcel de Alcatraz en San Francisco. En 2000 se mudó a Oakland (California), donde comenzó a trabajar en Odeo, una empresa de podcasting, lugar donde conoció al resto de fundadores de Twitter.
Dorsey, a pesar de donar un 28% de su fortuna en 2020 para ayudar a combatir el Covid-19, posee más de 5.000 millones de dólares, según Forbes. Puede considerarse austero. Con una sola vivienda en propiedad, una casa de casi 10 millones de dólares con vistas al Pacífico, en Seacliff (San Fracisco), camina todos los días ocho kilómetros hasta llegar a su oficina. Durante el trayecto aprovecha para escuchar audiolibros y podcast. El despertador de Dorsey suena a las seis y cuarto de la mañana y lo primero que hace es escribir un sms a su madre, después practica vipassana una hora y utiliza la aplicación Seven para hacer ejercicio intenso. Al terminar, 30 minutos o una hora de sauna a 50 grados y un baño con agua justo por encima del punto de congelación, una rutina que también realiza al volver a casa después de 16 horas trabajando en Silicon Valley.
Lo que tampoco falta en su día a día es tiempo para la meditación: a lo largo de su jornada laboral, encuentra al menos 10 minutos para relajarse y mantener su mente tranquila, una práctica que también realiza antes de finalizar el día. De costumbres metódicas, siempre actualiza su diario en la aplicación de notas de su iPhone y prepara su agenda del día siguiente antes de acostarse. Solo descansa los sábados, momento en el que aprovecha para ver a sus amigos y hacer carreras de marcha.
Su dieta es extrema. En una entrevista en el podcast Ben Greenfield Fitness aseguró que solo realiza una comida una vez al día, siempre en la cena, donde toma proteínas, verduras, chocolate negro y frutos del bosque. Los fines de semana hace ayuno extremo e ingiere solo agua. ¿El motivo? Además de estar en forma, evitar distracciones para aumentar su creatividad.
Una creatividad que ha demostrado en los últimos meses al no parar de innovar en Twitter. Muestra de ello es el servicio de superfollows, un sistema nativo de suscripción para compartir contenido de pago; la compra de Revue para integrar sus newsletters en esta estrategia, o el lanzamiento en beta (pruebas) de Spaces, una copia de Clubhouse (red social de voz). Pero está preparando en un proyecto mucho más profundo desde hace tiempo, para descentralizar las redes sociales. Dorsey sueña con que el usuario pueda elegir lo que ve en las redes escogiendo su algoritmo de recomendación favorito, en lugar de depender de una única empresa que lo controle.
Sería una posible solución a las polémicas sobre la fake news (noticias falsas) o la moderación de contenido. Donald Trump lo llamó a capítulo en 2019, cuando todavía ocupaba el despacho oval, por considerar que el pájaro piaba en su contra. Pero no pudo evitar que la red terminase cerrando su perfil en enero de este año ante el riesgo de “incitación a la violencia”. No han sido pocas las audiencias oficiales a las que ha tenido que asistir Dorsey para defender su empresa, también ante el Congreso de EE UU.
Con la compra de Afterpay pretende afianzar la posición de Square entre las fintech. La firma australiana cuenta con unos 16 millones de clientes y 100.000 comercios asociados. Sus ingresos anuales, de algo menos de 1.000 millones de dólares australianos (600 millones de euros), casi se han duplicado en cada uno de los dos últimos ejercicios, especialmente EE UU. La acción ha multiplicado su precio por 96 desde la OPV de 2016, pero había bajado un 40% desde los máximos de febrero. Square pagará una cifra elevada, 42 veces las ventas del año financiero hasta finales de junio del objetivo, incluyendo una prima del 30% sobre el precio de cierre anterior a la operación.
Sin duda, Dorsey deberá demostrar sus dotes de meditación para enfrentarse a los retos que le quedan por delante.
Negocio
Twitter obtuvo un crecimiento interanual del 74% tras obtener unos ingresos de 1.190 millones de dólares, desde los 683,4 millones registrados en 2020. Ha logrado así su mayor crecimiento desde 2014, gracias al rendimiento de la publicidad y el crecimiento del número de usuarios.
Los ingresos netos totales de Square en el segundo trimestre han sido de 4.680 millones de dólares, un aumento del 143% interanual. Del bitcóin provinieron 2.720 millones de dólares, tras multiplicarse por tres en un año.