Claves de la semana en Bolsa tras la debilidad de julio
Los inversores se enfrentan al reto de digerir la avalancha de resultados
Las Bolsas dan la bienvenida esta semana a agosto, el mes de vacaciones por excelencia en el que los bajos volúmenes de contratación suelen ser las señas de identidad de los mercados. Después de que en julio el Ibex firmara su segundo mes consecutivo a la baja, el selectivo español se enfrenta al reto de prolongar las ganancias y recuperar la barrera de los 9.000 puntos, nivel del que se despidió a finales de junio. Desde los máximos anuales la Bolsa española ha corregido un 6,5%.
En las próximas jornadas los inversores tendrán que digerir la avalancha de resultados de las últimas sesiones. Aunque el camino ha estado repleto de obstáculos, con la expansión de las nuevas variantes y las medidas intervencionistas del Gobierno chino como principales amenazas, las cuentas de los seis primeros meses del año y la liquidez de los bancos centrales han ayudado a sostener las exigentes valoraciones con muchos de los principales índices en zona de máximos históricos. Como señalan desde Macroyield desde que comenzó la campaña de resultados las expectativas de crecimiento de beneficio por acción para el segundo se han elevado desde el 61% hasta más del 84% en el caso del S&P 500. Más destacado es el incremento esperado para el Euro Stoxx que ha pasado de reflejar un crecimiento del 185% y a situarse por encima por encima del 215%.
Además de las cuentas que queden por publicar esta semana los inversores tienen cita con el Banco de Inglaterra, reunión de la que no espera cambio alguno. Como ya hicieron las dos últimas semanas el BCE y el Banco de Inglaterra, el mercado espera que la institución mantenga sin cambios los tipos (permanecen el 0,1% desde marzo de 2020) así como el programa de compra de activos. Ya a finales de agosto se celebra el encuentro de banqueros centrales de Jackson Hole, una cita para la que la Reserva Federal siempre se guarda algún anuncio. Este año las miradas estarán puestas en las pistas que dé Jerome Powell sobre la reducción del programa de compras. Después de que en las pasadas reuniones los miembros de la Fed comenzaran a hablar un tapering el mercado ha empezado a poner en precio su anuncio en septiembre, una cita que irá acompañada de la actualización de las previsiones para los próximos tres años. La reducción del programa de compra de activos comenzaría a finales de año o principios de 2022 según las estimaciones que maneja el consenso de los analistas.
Junto a las compañías que quedan por hacer públicas sus cuentas y la reunión del Banco de Inglaterra en la agenda macroeconómica las referencias más importantes en los próximos cinco días será el PMI manufacturero de EE UU, que se sitúa entorno a los 60 puntos básicos, y el dato de empleo de la primera economía del mundo durante el mes de julio. El departamento de análisis de Bankinter espera que el empleo americano siga mostrando una recuperación, pero descartan que genere sobresaltos que llevan a la Reserva Federal a endurecer las medidas. El consenso de los analistas consultados por Bloomberg prevé la creación de 900.000 puestos de trabajo y que la tasa de paro baje dos décimas hasta el 5,7%.
En el mercado de deuda y dos semanas después de que el Tesoro redujera en 20.000 millones las emisiones, España regresa al mercado esta semana. El organismo que dirige Carlos San Basilio celebrará el jueves una emisión de deuda y obligados a medio y largo plazo. A lo largo del mes de agosto el Tesoro prevé convocar un total de tres subastas los días 5, 10 y 17, tras cancelar la emisión de bonos y obligaciones previstas para el 19 de agosto. En concreto, el 5 se subastarán bonos y obligaciones del Estado; el 10, letras a 6 y 12 meses y el 17, letras a 3 y 9 meses.