Las medianas empresas recuperan sus perspectivas de crecimiento hasta niveles precovid
La consultora detecta mejoría en beneficios, inversión e ingresos en España
Los efectos de la pandemia están empezando a remitir en las pymes. Así lo asegura, al menos, el último informe (Pulso de la mediana empresa española), referido al primer semestre de 2021, elaborado por la consultora Grant Thornton, siguiendo la metodología de Oxford Economics, que mide la salud de compañías medianas de entre 50 y 500 empleados en España, comparándolas con las del resto de Europa y del mundo. Para ello, al estudio analiza las previsiones y barreras para el crecimiento, percibidas por más de 10.000 ejecutivos de 29 países, 400 de ellos en España.
Según este estudio, que será presentado próximamente, las empresas medianas españolas han regresado a unas perspectivas de crecimiento económico y de beneficios e ingresos, similares a la etapa pre-Covid, incluso, por encima de la media europea y mundial.
En concreto, la salud global de la mediana empresa española recupera cifras positivas por primera vez desde la primera mitad de 2018, pasando de los -11,8 puntos de finales de 2020 a 1,3 puntos en positivo (de un baremo que va de -50 a 50 puntos, en el que se calibran la diferencia entre respuestas positivas y negativas de los empresarios). La mejora está motivada por la percepción de que existen menos barreras para hacer negocios y por la recuperación de las estimaciones de crecimiento, según la consultora.
Mientras tanto, la salud del midmarket a nivel europeo y global se sitúa en 0 puntos, por debajo del indicador español. La previsión de los empresarios españoles de aumentar sus beneficios (46%) se ha doblado respecto a hace un año (23%). Es decir, casi la mitad de las compañías medianas en España cree que va a ser más rentable en los próximos 12 meses. Este dato también es mayor que el europeo (42%) pero inferior al mundial, en que un 56% de los encuestados por Grant Thornton prevé mejorar su rentabilidad.
Comportamiento del PIB
La rúbrica que más crece en España es el nivel de optimismo sobre la evolución de la economía. Su porcentaje prácticamente se ha triplicado con respecto a las cifras de hace un año, pasando del 24% al 60%. Este nivel es similar al registrado para Europa, pero inferior a la media global, que se sitúa en el 69%.
Para los próximos 12 meses un 45% de los directivos consultados espera aumentar sus exportaciones y un 35% pretende ampliar sus fronteras. El presidente de Grant Thornton España, Ramón Galcerán, asegura que “la previsión del aumento de las exportaciones en el próximo año es un buen indicador de que las empresas medianas de nuestro país han dado por superada la pandemia, y que consideran la salida al exterior como una palanca en esa recuperación”.
Respecto a la inversión, los empresarios resaltan que van a aumentar también sus planes. Esta rúbrica recupera también el nivel previo a la pandemia y con una mayor disposición inversora que el europeo y el mundial. Predominan las inversiones destinadas a la productividad, especialmente en tecnología, habilidades, I+D y en personal. En menor medida, aumenta también la previsión de inversión en activos tangibles.
“La primera mitad del año ha estado marcada en España por el rápido avance de la campaña de vacunación y por la aprobación en Bruselas del Plan español de Recuperación y Resiliencia, que destinará hasta 140.000 millones de euros a nuestro país”, añade, a su vez, Carlos González Luis, portavoz de Grant Thornton.
Preocupación por el coste de la energía y el empleo cualificado
Aunque el estudio de Grant Thornton rezuma optimismo para el empresariado español, no todo ello se puede generalizar. Así, el informe del primer semestre del año detecta un aumento de la preocupación de los directivos por el coste de la energía y la disponibilidad de personal cualificado.
En el caso de la energía, se hace eco del precio disparado de la electricidad y de los carburantes, que son inputs críticos para muchos sectores, en especial los ligados a la industria.
Por último, el acceso a personal cualificado, en un entorno pandémico de avance de la digitalización, es el segundo obstáculo que más se ha agravado en el último semestre. Concretamente, en 10 puntos, hasta ubicarse en -42 puntos, una cifra que cae también en Europa y a nivel global.