El Banco de España prevé una rápida conversión del ahorro en consumo tras la pandemia
La confianza en el impacto transitorio rompe la tendencia de contención del gasto de otras crisis Las familias tienen 68.000 millones ahorrados
Los hogares han sido precavidos con el gasto durante el año de la pandemia, que ha supuesto para España la mayor crisis económica desde la Guerra Civil. Pero el temor al impacto económico del Covid empieza a desvanecerse y el consumo de los hogares prepara los motores para un repunte inmediato una vez que se supere la emergencia sanitaria y se eliminen las restricciones para contener los contagios. Una agilidad novedosa frente a otras recesiones tras las que el gasto siguió contenido.
Estas son las conclusiones de un artículo publicado el viernes por el Banco de España, en el que analiza la recuperación del consumo en 2021 a partir de las expectativas de los consumidores y en el que se prevé que la bolsa de ahorro acumulada por las familias durante la crisis se transforme “en los próximos trimestres” en una aceleración del consumo privado que tendería a compensar el retroceso observado durante la pandemia.
“En el caso concreto de los consumidores, el mecanismo de los ERTE, las moratorias crediticias y el mantenimiento de condiciones financieras muy favorables no solo habrían fortalecido las rentas y la posición patrimonial de estos agentes, sino que además habrían afianzado su confianza en un rápido repunte de la economía”, detalla la publicación.
Estas políticas económicas, según el organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos, han contribuido a que a medida que ha avanzado el control de la pandemia, los hogares perciban de forma transitoria el shock originado por el Covid, a pesar de que a principios de la crisis haya afectado de forma súbita e intensa a la confianza de los consumidores.
En los dos primeros trimestres de 2020, el indicador de confianza de los consumidores, elaborado por la Comisión Europea, sufrió el mayor descenso de la serie histórica, superando incluso el registrado a comienzos de la crisis financiera global de 2009, de acuerdo con el Banco de España.
Pero los procesos de adaptación a la pandemia y de las medidas introducidas para contenerla han mejorado, mes tras mes, las expectativas de los hogares acerca de la evolución de la economía. En estas, se incluye la adopción del teletrabajo y el impulso del comercio online, que permitieron que la actividad económica se resintiera en menor medida.
Las reservas generadas
A este contexto optimista, se le ha sumado la velocidad de crucero de la campaña de vacunación, que junto al fin de las restricciones de movilidad han acelerado el gasto de la bolsa de ahorro de los hogares que el último informe Situación España del BBVA Research cifra en unos 68.000 millones de euros.
Según su director, Jorge Sicilia, el repunte del gasto se ha dado sobre todo en el sector servicios y advierte de que el consumo podría experimentar un aumento de 1,5 puntos más en 2021 y 2022, un dinero que se destinará a servicios restringidos en la pandemia, como hostelería y alojamientos, pero también a la compra de vivienda.
En esto coincide el artículo del Banco de España, que prevé un “desvanecimiento relativamente rápido” de los motivos precautorios que explicaron una parte del ahorro, como la imposibilidad de consumir determinados bienes y servicios y la incertidumbre de las familias acerca de sus rentas futuras. En el pico máximo de la pandemia, la tasa de ahorro llegó a un máximo histórico del 25,7%.
“Es evidente que va a haber un repunte del consumo”, asegura Laura Núñez, directora del Observatorio del Ahorro Familiar de IE Business School. “La dimensión es lo que es más debatible”, apunta.
Para Núñez, el consumo pospandemia puede expresarse de dos formas. La primera supondría que, tras la crisis, las familias tengan una actitud más proclive al ahorro y, por tanto, consuman menos. La otra, es que toda precaución aprendida en este año se olvide rápidamente. “Me inclino por la primera opción”, señala Núñez, pero insiste en que aún así el repunte sería notable al partir de niveles de gasto muy bajos.
En 2020, el gasto medio por hogar se hundió un 10,7% hasta los 26.996 euros, la cota más baja en los últimos 15 años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Impulso del consumo por el factor emocional
El colchón acumulado. Tras un año y medio de pandemia, las familias necesitan vías de escape para superar las restricciones de consumo que han enfrentado en este tiempo, expone Laura Núñez, profesora del IE Business School. “Tiene que ver con un tema emocional. Llevas más de un año sin vacaciones y sin poder viajar. Y aunque se mantendrá el recelo ante el gasto, ahora las familias tienen un colchón de ahorro más amplio y necesitan esas vías de despeje para sentirse mejor”, explica Núñez.
Adaptación a nuevas formas de consumo. Los largos períodos de confinamiento aceleraron la digitalización tanto de las empresas, incluido el pequeño comercio, como de los consumidores en todos los rangos de edad. En los primeros seis meses de la pandemia, las compras online llegaron a un millón de hogares, con un crecimiento del 86%, según los datos de la consultora Nielsen. Pero un año después, y lejos de las restricciones de movilidad, el hábito de la compra online ha crecido un 21% con respecto al primer confinamiento domiciliario en España, según la Escola Universitària de Comerç (Escodi), cuyos datos afirman que un 38% de los encuestados mantendrá la compra online incluso cuando se supere la pandemia.