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Pagos

Los pagos fallidos costaron en el mundo 100.500 millones en 2020

Más de un tercio de elementos de los datos de pago todavía se validan manualmente y dos tercios de las organizaciones identificaron la reducción de los procesos manuales como algo extremadamente difícil, según un informe de Accuity

El coste de los pagos fallidos ha costado a la economía mundial 118.500 millones de dólares (100.500 millones de euros) en tasas, mano de obra y pérdida de negocio en 2020, según el último estudio de Accuity, una empresa de LexisNexis Risk Solutions.

El coste total de los pagos fallidos a nivel regional fue de 41.800 millones de dólares (35,447 millones de euros) en EMEA (Europa, Oriente Medio y África), 33.700 millones /28.580 millones de euros)  en América y 43.700 millones (37.065 millones de euros) en Asia-Pacífico (APAC). El informe muestra que el coste medio de los pagos fallidos varió a nivel global en función del tipo de organización. Los bancos gastaron de media aproximadamente 360.000 dólares (305.300 euros) en 2020 en pagos fallidos – que incluye todos los honorarios, la mano de obra y los costes relacionados con el abandono de los clientes – mientras que la empresa corporativa media gastó algo más de 200.000 dólares (170.000 euros).

Un pago fallido es un pago que es rechazado por un banco beneficiario o un banco intermediario en el flujo de pagos. Los pagos pueden fracasar por varias razones, entre ellas la información inexacta o incompleta, los problemas de introducción de datos debidos a errores humanos o a datos de referencia y herramientas de validación deficientes. 

La experiencia del cliente es importante: el 80% de las organizaciones con más de 20.000 pagos fallidos al día declararon haber perdido clientes como consecuencia de ello. Los pagos fallidos tienen el mayor impacto en el servicio al cliente, ya que el 37% de las organizaciones informan de un impacto severo y casi el 50% indican algún impacto. 

Hay un punto de inflexión: Aunque menos del 50% de los encuestados declararon que estaban intentando activamente reducir el número de pagos fallidos, el estudio descubrió que una tasa de pagos fallidos del 5% o superior era el punto de inflexión que obligaba al 80% de las organizaciones a actuar. 

Los procesos de validación marcan la diferencia: Los problemas con el número de cuenta fueron la causa de un tercio de los pagos fallidos y los detalles inexactos de los beneficiarios fueron el resultado de otro tercio. La encuesta también demostró que el 66% de las organizaciones consideraban que reducir los procesos manuales era un gran reto. Los procesos manuales introducen errores humanos y ralentizan el proceso de pago, haciéndolo menos eficiente. 

Dalbir Sahota, director global de gestión de productos de CSC y pagos en Accuity, dijo: "A partir de nuestra investigación, descubrimos que, aunque las organizaciones son muy conscientes de que los pagos fallidos tienen un coste, la mayoría no comprende del todo el impacto tanto financiero como desde el punto de vista de la retención de clientes. Los costes tangibles, como las comisiones y la mano de obra, pueden ser más fáciles de medir, pero los intangibles, como las relaciones con los clientes, pueden ser más difíciles de reparar. El mercado de los pagos es ferozmente competitivo, por lo que es vital que las organizaciones tomen mayores medidas para mejorar sus datos de pagos para reducir su tasa de pagos fallidos." 

El informe se basa en una encuesta realizada a principios de 2021 que generó respuestas de más de 200 empresas de los sectores bancario, financiero, fintech y corporativo. Proporciona una visión general del panorama de los pagos, explora los temas clave que surgieron de la encuesta y proporciona una visión de los diversos elementos que tuvieron un impacto en los pagos fallidos a lo largo de 2020. 

Los participantes representan a organizaciones de todos los tamaños y geografías tanto en economías avanzadas como emergentes, con el mayor número de respuestas de Europa (41%) y América del Norte (31%), seguidas por APAC (16%), el Oriente Próximo y África (8%) y América Latina (4%).

 

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