El mercado europeo de las OPV parece quedarse con las migajas del mundo
El peligro para los mercados de capitales en Europa es que la tendencia se convierta en una profecía autocumplida
Europa parece cada vez más un mero participante en la carrera mundial por las salidas a Bolsa. Varias empresas cancelaron recientemente sus OPV en Europa. Grupos que están en boga, como Soho House, la empresa turca de comercio electrónico Hepsiburada y el fabricante italiano de viales para vacunas Stevanato, han optado mientras tanto por dar el salto al otro lado del charco. Se está formando un círculo vicioso.
ColisPrivé, una empresa francesa de paquetería que cuenta con el respaldo de Amazon-com, pospuso su OPV el lunes, culpando de su decisión a las condiciones del mercado. La empresa de productos sanitarios para ganado Huvepharma retiró su OPV por valor de 4.000 millones de euros en junio, decidiendo quedarse en la granja de momento. La empresa química BASF detuvo la salida a Bolsa de su rama energética, alegando que el mercado estima en muy poco sus activos de gas y petróleo. El distribuidor de componentes para coches Parts Holding Europe (Autodis es el nombre comercial) y el operador de logística Primafrio (valorado en 2.000 millones de dólares) también retiraron sus ofertas.
Es cierto que unas pocas empresas de sectores más modernos, como la empresa española de renovables Acciona Energía y Believe, una empresa francesa de música digital valorada en 1.000 millones de dólares, sí han salido a Bolsa, pero tuvieron que conformarse con debutar en la parte baja de su horquilla de precios proyectados. En conjunto, las empresas europeas tuvieron un buen primer trimestre, con ventas de 25.000 millones de dólares en acciones, pero esa inercia se ralentizó hasta apenas 19.000 millones de dólares en el segundo trimestre, según Refinitiv.
Las salidas de empresas más de moda simplemente dan el salto a Nueva York, como Hepsiburada (4.000 millones de dólares) y Stevanato (7.000 millones de dólares). Pese a la amenaza de una crisis de divisas en su país, Hepsiburada ganó un 12% en su debut. Membership Collective Group, la matriz de Soho House, que el elegante británico Nick Jones fundó en Londres, también va camino de la Gran Manzana.
Años de rendimientos poco notables tras las salidas a Bolsa podrían explicar parte de la ambivalencia inversora. El índice Renaissance IPO, que mide la rentabilidad a dos años de la salida a Bolsa, muestra un incremento de alrededor del 230% para las OPV en mercados estadounidenses, frente al 125% registrado para las salidas a Bolsa en Europa, Oriente Próximo y África en los últimos cinco años. Las mejores cotizaciones tras las OPV, posiblemente impulsadas por las acciones tecnológicas, ha incrementado la reserva de capital inversor en Estados Unidos comparado con Europa, que además se enfrenta a unas perspectivas económicas relativamente flojas.
El peligro para los mercados de capitales europeos es que la tendencia se convierta en una profecía que acaba cumpliéndose, sobre todo para las empresas de gran potencial de crecimiento en sectores como el comercio electrónico, tecnología o biofarmacia. El remedio a corto plazo sería mantener bajitas las valoraciones para persuadir a los inversores más escépticos de que se suban al tren. Pero la perspectiva de no atraer todo el dinero posible hará que, a la larga, quien pueda dé el salto al otro lado del Atlántico.