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Criterios contables

La CNMV se reúne con las ‘big four’ para poner orden en las cuentas de las energéticas

Exige a KPMG, EY, Deloitte y PwC que la información sea real y comparable; Iberdrola, Acciona Energía, Endesa y Naturgy están entre las afectadas

Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV; Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), José Manuel Entrecanales (Acciona Energía); Francisco Reynés (Naturgy); José Bogas (Endesa), y Miguel Stilwell de Andrade (EDP Renewables).
Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV; Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), José Manuel Entrecanales (Acciona Energía); Francisco Reynés (Naturgy); José Bogas (Endesa), y Miguel Stilwell de Andrade (EDP Renewables).

La confusión en la contabilidad de los ingresos de las renovables está servida. La CNMV ha reunido a las cuatro grandes auditoras –PwC, KPMG, Deloitte y EY– y a las empresas energéticas con este tipo de instalaciones, como Iberdrola, Endesa, EDP Renewables, Acciona Energía, Ence, Naturgy, Ecoener e Iberpapel, entre otras, para aclarar cómo debe computarse la rentabilidad de los activos renovables construidos antes de 2013. El organismo que preside Rodrigo Buenaventura ha enviado un dosier con numerosas cuestiones a los afectados con el fin de tomar una decisión en los próximos meses. El veredicto repercutirá en las cuentas de las cotizadas.

La misión del supervisor es unificar los criterios para reflejar los ajustes derivados de lo que cobran por la energía verde, con el fin de que las cuentas sean comparables y reales. La disparidad está en ser más o menos conservadores a la hora de computar los ingresos. Así, se ha reunido con las big four para recabar información sobre el criterio más adecuado y seguirá en conversaciones con ellas.

La retribución regulada para las instalaciones anteriores a 2013 se sitúa en el 7,398%, y se mantendrá así hasta 2030. En caso de que las empresas obtengan menos rentabilidad, estas computan la diferencia como ingresos, pues recibirán esa compensación del sistema eléctrico. Así, Iberdrola señala en su informe anual de 2020 que “los importes acumulados de las desviaciones de precio (…) que resultasen en ajustes netos positivos se registran en cuentas del importe neto de la cifra de negocios”.

La clave está en los ingresos por las renovables anteriores a 2013

La clave de la confusión está en la situación inversa. El mercado de la energía ha experimentado una total metamorfosis desde que se impusieron las primas a la generación: se fomentaron las instalaciones con el Estado pagando un sobreprecio por la energía verde. Pero ahora las ventas en el mercado superan en muchos casos el compromiso fijado en el decreto que regula esta retribución. Cuando logran más del 7,398%, unas empresas corrigen el exceso de ingresos elevando el pasivo y otras no. No está claro al 100% que deban devolver ese extra al Estado.

Acciona Energía revela en el folleto de su OPV que no compensa esas ventas en el pasivo: “No estamos obligados a devolver al sistema ningún ingreso que exceda la remuneración regulada aplicable”, concluye. Pero otras compañías son más cautas, como admite la que pilota como consejero delegado Rafael Mateo: “Reconocemos que podrían existir discrepancias entre nuestras políticas contables y las utilizadas por algunos otros emisores cotizados españoles que efectivamente registran un pasivo asociado a la regularización de las diferencias netas negativas en las variaciones del valor liquidativo de sus proyectos bajo el régimen de retribución regulada”.

Entre esos “otros emisores cotizados españoles” aparecen Endesa, EDP Renewables (que tiene su sede en España), Naturgy, Ecoener, Ence e Iberpapel, que prefieren ser más cautos y elevar su pasivo. Es decir, casi todos menos Acciona Energía e Iberdrola, que emplea el mismo método que la controlada por la familia Entrecanales. Desde esta última firma señalan que siguen el criterio recomendado por su auditor, KPMG, que también lo es de Acciona Energía. Fuentes del sector afirman, sin embargo, que son las compañías las que tienen la última palabra sobre cómo computar esos ingresos. De hecho, otras firmas auditadas por KPMG, como Endesa y Ecoener, utilizan una fórmula diferente.

El supervisor del mercado quiere que se emplee la mejor fórmula

Desde 2005, las cotizadas preparan sus cuentas conforme a las normas de información financiera (las NIIF): de aquí que, en principio, el criterio del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) no sea vinculante, pues el organismo es intérprete de los criterios contables españoles, no de los internacionales.

La posible repercusión y el papel del ICAC

 

Acciona Renovables. Antes de salir a Bolsa el pasado 1 de julio, la filial verde del grupo que preside José Manuel Entrecanales calculó el efecto en sus cuentas de 2019 y de 2020 si tuviera que cambiar su criterio contable y elevar el pasivo por los ingresos de los activos renovables anteriores a 2013 cuya rentabilidad exceda la garantizada. En cuanto a las del pasado ejercicio, Acciona Energía admite una caída del 3,2% y 75,7 millones en sus ganancias acumuladas, y del 0,6% y 54,6 millones en su activo. Mientras, calcula un incremento del pasivo de 11,3 millones (un 0,2%), en 12,6 millones (un 1,5%) en su ebitda y cerca de 10 millones y un 4,4% en su resultado. Para 2019, estima que su beneficio hubiera caído un 14,6% (31 millones), el ebitda un 4,4% (40,3 millones) y sus ganancias acumuladas, un 2%. Por el contrario, su activo de ese ejercicio hubiera subido un 0,3%, en 28 millones, y su pasivo se hubiera incrementado en 104 millones, un 1,6%.

Interpretación. El ICAC no se ocupa de este tema, pero ha igualado la fórmula de cómputo de los ingresos con las normas internacionales. Fuentes conocedoras de la situación añaden que, por tanto, sí podría ejercer de sanedrín para resolver la cuestión.

 

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