Mª José Álvarez pide apartar a sus hermanos de la gestión de El Enebro y nombrar un CEO
La presidenta de Eulen introduce ocho puntos en el orden del día de la junta de la sociedad dueña de Vega Sicilia
Nuevo episodio en la batalla familiar que enfrenta a los herederos de David Álvarez, quien fuera fundador del grupo Eulen y dueño de Bodegas Vega Sicilia, cuyo reparto inició una guerra que dura más de 10 años.
Ahora toca el turno en la sociedad familiar que controla la mayoría accionarial de Vega Sicilia, El Enebro. María José Álvarez, presidenta de Eulen, dueña de alrededor del 16% de esta sociedad y que está enfrentada al resto de hermanos, ha solicitado la introducción de hasta ocho nuevos puntos en el orden del día de la junta que El Enebro celebrará, en principio, el próximo 30 de junio.
Entre ellos, pide modificar el régimen de gobierno de la sociedad, para pasar de un administrador único a un consejo de administración. Por ello reclama también el cese del primero, el nombramiento de consejeros “incluso por el sistema de representación proporcional”, y el “nombramiento de un consejero delegado independiente”.
En la práctica, lo que pide la presidenta de Eulen es que sus hermanos se aparten de la gestión de esta patrimonial. Estos poseen el 66% de la misma a través de la sociedad Mezqual Ibérica, que también ejerce como administradora única de El Enebro. Su representante es Juan Carlos Álvarez Mezquiriz. Su hermano Emilio es presidente y consejero delegado de Mezqual, y el resto de hermanos completan su consejo: Elvira, Marta, y Pablo, cabeza visible de esta parte de la familia como consejero delegado de Vega Sicilia. Otro 16% de El Enebro lo tiene María José Álvarez y el resto son acciones de autocartera.
Las peticiones de esta de cara a la junta no acaban ahí. La presidenta de Eulen pide que se vote un reparto de dividendo con cargo a reservas voluntarias, un tema de conflicto habitual entre los hermanos; y también pide información sobre la fusión que estos llevaron a cabo para traspasar sus acciones a Mezqual Ibérica.
En diciembre esta absorbió Mezqual Limited, radicada en Londres y hasta entonces poseedora de ese 66% de El Enebro. María José Álvarez pide ahora un informe sobre la relación que esa nueva sociedad “tiene o tendrá con El Enebro” o con ella misma, así como “los proyectos de inversión del grupo” que pretende acometer.
También pide información sobre “la ecuación de canje de los títulos las sociedades afectadas por la fusión” y sobre sus condiciones, “también las económicas”, de la transmisión de los títulos.
En definitiva, la presidenta de Eulen dará trabajo a sus hermanos hasta el próximo día 30, aunque sus peticiones, dada su minoría accionarial, no saldrán adelante.
Sin embargo, es habitual entre las partes, también en el sentido inverso. Los hermanos de María José Álvarez suelen pedir la introducción de órdenes del día de esta naturaleza en las juntas de Eulen. La última vez el año pasado, cuando pidieron también un CEO independiente entre otros puntos.
Una guerra de más de 10 años que no acaba
Para entender el origen de la guerra familiar de Eulen hay que remontarse a 2009, cuando dos de sus hijos, Juan Carlos y Elvira, proponen al fundador del grupo y patriarca, David Álvarez, que se aparte de la gestión de la compañía. Algo que este no aceptó: decidió disolver el consejo de administración y con ello sacó del mismo a los cinco hijos que hoy controlan la mayoría accionarial de El Enebro, históricamente calificados como los “díscolos”. Estos, como respuesta, apartaron a su padre de la dueña de Vega Sicilia, iniciando una guerra en los juzgados que luego se acrecentó con el fallecimiento, en 2015, de David Álvarez, que dejó Eulen, la principal empresa de la familia, en manos de María José, su apoyo en el conflicto familiar.
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