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Alzas de hasta el 300%: por qué alquilar un coche resultará prohibitivo este verano

El recorte de flotas y la mayor demanda provocan fuertes subidas en el precio de las reservas

Instalaciones de Goldcar en el aeropuerto de Alicante
Instalaciones de Goldcar en el aeropuerto de Alicante

El sector del rent a car prevé un buen verano tras la apertura de las fronteras al turismo y la puesta en marcha del certificado verde digital, aunque sin alcanzar todavía las cifras de 2019. No obstante, las asociaciones advierten del problema de desabastecimiento de coches por la falta de semiconductores o chips, que está causando paros de producción en fábricas de todo el mundo.

“El sector del rent a car es uno de los principales compradores de vehículos nuevos de los fabricantes, por lo que los retrasos en la producción que están sufriendo muchos de ellos inevitablemente nos afectarán”, señala el presidente de Aneval [que agrupa a Avis, Enterprise, Europcar, Hertz y Sixt], Tobias Zisik. Según la consultora AlixPartners, esta coyuntura le costará a los fabricantes una producción de unos 3,9 millones de vehículos este año.

Zisik también pide cautela porque las reservas se hacen con menos antelación de lo normal dada la “incertidumbre” que aún genera el Covid-19. “Somos optimistas y estamos en la rampa de la recuperación, pero queda camino por recorrer y pensamos que los datos prepandemia no volverán hasta 2023”, subraya.

Sin embargo, si se suma la menor disponibilidad de vehículos y una mayor demanda conforme la actividad económica se recupera, el resultado está llevando a un fuerte incremento puntual de los precios en el mercado de rent a car, que ya se está notando en todo el país. En Baleares, esta situación ha provocado que las empresas del sector hayan subido sus tarifas hasta un 300%. Hay firmas que cobran de media entre 130 y 175 euros por día, cuando en una situación normal la se situaría por debajo de 50 euros e incluso hasta de 30.

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Según Bloomberg, las tarifas de coches de alquiler en España subieron un 143% a finales de mayo en comparación con 2019. Pone el ejemplo de Europcar: 880 euros por un Volkswagen Polo durante la última semana de julio en Palma de Mallorca.

Con todo, Zisik pone de manifiesto que el turismo nacional “no es suficiente para reflotar los números” del sector (demanda total), ya que buena parte de sus ingresos vienen del internacional. “Su recuperación va a ser más lenta y por debajo de lo que querríamos para este año. Un ejemplo es el retraso del Reino Unido en colocar a España en la lista de países” con poco riesgo de Covid, apunta el también director general de Europcar Mobility España.

“Cada compañía tiene sus políticas de precios, completamente independientes, y sigue sus estrategias a ese respecto. No obstante, y dada la situación del mercado en la que se estima disponer de menos flota para el verano, cabría prever que tal circunstancia impactase en los precios de alquiler de vehículos”, apunta.

Paulatina recuperación

En la misma línea, el presidente de la Federación Nacional de Alquiler de Vehículos con y sin Conductor (Feneval), Juan Luis Barahona, anima a los clientes a efectuar las reservas cuanto antes debido al “futuro incierto” y las fuertes oscilaciones de precios.

“Esperamos un verano mejor que el de 2020 y una paulatina normalización de la demanda a partir de octubre, pero los datos no se acercarán a los de 2019; quizás nos quedaremos en un 40% o 50%. Esto, sumado a la falta de coches de alquiler por la crisis de los semiconductores nos vaticina un futuro incierto. Por ello, recomendamos hacer las reservas con la mayor antelación posible”, insiste.

Los ingresos del sector cayeron un 73% en 2020, con una facturación de apenas 480 millones de euros, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa (filial de Cesce). Además de por las restricciones a la movilidad y la falta de turistas nacionales e internacionales, también se vio perjudicado por la bajada del negocio corporativo, al prevalecer las reuniones online y el trabajo en remoto, y limitarse los eventos con presencialidad física.

En este contexto, las empresas se han visto obligadas a reforzar las ofertas para las empresas con suscripciones que funcionan de forma parecida a las plataformas de vídeo o música en streaming: el usuario de alquiler de vehículos abona una tarifa mensual, tiene todo incluido y no está obligado a atarse a una permanencia.

En busca de un ‘IVA turístico’

Una de las demandas más antiguas del sector es la equiparación del IVA entre el alquiler de coches y el resto de actividades turísticas. Las alquiladoras tributan a un régimen general del 21%, frente al IVA del 10% que soporta la hostelería y la restauración.

Además, las empresas del sector afrontan unos gastos anuales de unos 2.000 millones de euros debido al etiquetado medioambiental de la DGT, por el propio coste de las pegatinas y porque sus coches quedan parados dos días de media hasta que las reciben. El rent a car tiene un gran peso en la economía española, impactando en más de 60 sectores, aportando al PIB 4.672 millones (un 0,4% del total) y generando más de 25.5000 empleos solamente en el caso de las cinco compañías que conforman Aneval.

En el mercado español, el canal de alquiladores consiguió moderar su retroceso en mayo hasta un 8,7% frente al quinto mes de hace dos años, con 31.100 vehículos matriculados, gracias al fin del estado de alarma, el progresivo aumento en el ritmo de vacunación, la recuperación de la movilidad entre regiones y el turismo y las previsiones de cara a la campaña de verano.

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