Biden pone el foco en China en el G7 y apuesta por un gran plan de infraestructura
El presidente de EE UU ha anunciado la iniciativa 'Build back better for the world como alternativa al 'One Belt, One Road' de China
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha puesto el foco en China durante la cumbre del G7 que se está celebrando en Carbis Bay (Reino Unido) y está apostando por un gran plan de infraestructuras para contrarrestar el avance de Pekín. Así lo afirmó este sábado un funcionario de alto rango del Gobierno estadounidense, quien apuntó que las medidas que se adopten en el G7 deben servir para posicionar a EE UU y sus aliados para competir mejor con Pekín.
En ese sentido, uno de los asuntos en los que la Administración de Biden está haciendo hincapié es en las infraestructuras. "Estados Unidos y muchos de nuestros aliados y amigos en el mundo llevan desde hace tiempo siendo escépticos sobre la iniciativa de China One Belt, One Road (una ruta, un cinturón)", siguió la fuente. Ese proyecto pretende revitalizar la conocida como Ruta de la Seda mediante la modernización de infraestructuras y telecomunicaciones para mejorar la conectividad entre Asia y Europa.
El funcionario de EE UU consideró que Pekín está demostrando con esa iniciativa "una falta de transparencia, unos malos estándares laborales y medioambientales y, por supuesto, un enfoque que ha dejado a muchos países en una situación peor". Por ello, apuntó, Washington y sus socios del G7 anunciarán este sábado la iniciativa Build back better for the world (Reconstruir mejor para el mundo), un proyecto global de infraestructuras como alternativa a One Belt, One Road. El objetivo es superar la propuesta china "ofreciendo una opción de mayor calidad".
Preguntada por el plan, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el G7 aún no estaba preparado para especificar la cantidad de financiación de la que se podría disponer. "Nuestros instrumentos de financiación no suelen estár disponibles tan rápidamente como lo necesitan los países en desarrollo", dijo.
Por otro lado, Biden está presionando para que el grupo de las democracias más industrializadas del mundo adopte "una acción concreta" contra los "trabajos forzados" en Xinjiang. El presidente quiere que "se deje claro al mundo que creemos que estas prácticas son una afrenta contra la dignidad humana y un ejemplo indignante de la competencia económica injusta por parte de China", remarcó la fuente. Por tanto, agregó, EE UU ve "crucial" denunciar los trabajos forzosos en la provincia noroccidental china de Xinjiang, donde vive la minoría uigur.
El funcionario indicó que China ha estado presente a lo largo de las conversaciones en la cumbre del G7 iniciada el viernes y que se prolongará hasta el domingo. "La conversación está siendo sobre este concurso entre lo que, como dice el presidente Biden, aquellos que piensan que la autocracia es el mejor camino para el futuro y aquellos, que como nosotros, entienden que las democracias y los valores compartidos proporcionan el mejor camino", dijo la fuente. En ese sentido, adelantó que EE UU espera que el comunicado final de la reunión refleje "estas conversaciones".
Otro de los temas que, según Washington, se están abordando en el G7 son los ataques cibernéticos con ransomware. El funcionario afirmó que "hay un reconocimiento uniforme de que el ransomware y el abuso con monedas virtuales son una amenaza urgente, en aumento". Y precisó que en el marco del G7 ha habido "discusiones productivas" sobre este asunto y la necesidad de compartir información para perseguir estos crímenes y sobre la modernización de las ciberdefensas.
Rusia
Refiriéndose a una conversación que mantuvo con Biden sobre cuestiones geopolíticas, Merkel dijo que estaban de acuerdo en que Ucrania debe seguir siendo un país de tránsito para el gas natural ruso una vez que Moscú complete el controvertido gasoducto Nord Stream 2 bajo el Mar Báltico.
El conducto llevará el gas a Alemania directamente, algo que Washington teme que pueda afectar a Ucrania y aumentar la influencia de Rusia sobre Europa.
Biden y Merkel tienen previsto reunirse en Washington el 15 de julio, y la tensión en los lazos bilaterales causada por el proyecto estará en la agenda.