La inflación, el mayor enemigo de la renta fija... ¿o no?
La recuperación económica puede no ser tan sólida como se imaginaba
Las perspectivas de un aumento de la inflación y su consecuente impacto en los mercados es una de las preocupaciones más palpables entre los inversores en renta fija, “especialmente por los actuales niveles de estímulo fiscal y monetario y la liberalización de la demanda tras la última oleada del Covid”, admite Alicia García Santos, responsable de M&G para España, Portugal y Andorra.
Si bien algunas estrategias de renta fija podrían verse afectadas por esta subida de la inflación, “contar con un mandato flexible que permita realizar los cambios de manera táctica en la cartera ante este escenario inflacionista será fundamental”, concluye optimista.
La inflación es el mayor enemigo de la renta fija. “Reduce su rentabilidad real y, además, el valor de mercado del bono que ya tienes en cartera, con lo que tanto si tienes un bono que planeas mantener hasta que expire como si posees un fondo, las perspectivas son negativas para los que ya invierten”, resume Francisco Quintana, director de estrategia de inversión de ING. El lado positivo, en su opinión, es que “con cada aumento de la inflación y tipos se van a abaratar más y poco a poco recuperan su atractivo para los nuevos inversores”.
“Una vez la economía, el mercado laboral y la industria en general vuelvan a recuperar la normalidad volveremos a un escenario de crecimiento e inflación más moderada, donde el comercio internacional, la tecnología y los altos niveles de desempleo actuarán como fuerza antiinflacionaria”, relata Ramón Cirach, gestor de carteras de Arquia Gestión, quien también ve puntos positivos, ya que la recuperación y un repunte de la inflación deberían llevar los tipos al alza. “Y si bien el consenso lo considera como algo negativo, nosotros lo vemos como una oportunidad para reinvertir los bonos que van venciendo a unos tipos de interés más altos”.
La subida de precios y de tipos de interés preocupa a los inversores
La cuestión es si esta inflación va a tener carácter estructural o si, por el contrario, “obedece solo a la concatenación de cuellos de botella, en un entorno general de fuerte crecimiento. En cualquiera de estos casos, eso deja a la renta fija como la gran perdedora, en términos de valoración, del presente ejercicio”, afirma Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía.
“Hemos visto ligeros repuntes en los precios, pero, hasta ahora, nada que nos preocupe”, asegura Ryan Staszewski, gestor de Columbia Threadneedle. Sí les preocupa la retirada de estímulos financieros, dado el enorme apoyo que las respuestas políticas mundiales han otorgado a los mercados de bonos y acciones. “Pero incluso en un escenario optimista, las medidas de estímulo están aquí para quedarse, al menos a corto y medio plazo. Eso significa que es probable que brinden apoyo a los mercados de bonos globales en 2021 y más allá”, augura Staszewski.
En la actualidad, Ariel Bezalel, responsable de renta fija en Jupiter AM, cree que a corto plazo hay más oportunidades en la deuda corporativa, “sobre todo en algunos sectores de alto rendimiento; sin embargo, a más largo plazo, la narrativa de la inflación en los mercados se ha adelantado y están apareciendo algunas señales de advertencia de que la recuperación económica puede no ser tan sólida como algunos inversores imaginaban”.