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Política exterior

El desafío migratorio de Marruecos provoca una gran crisis diplomática con España

La Comisión Europea advierte a Rabat de que Europa "no se dejará intimidar"

La entrada de 8.000 inmigrantes en Ceuta este lunes y martes ha provocado una crisis migratoria y diplomática con Marruecos sin precedentes desde hace años. Aunque la avalancha ha remitido en las últimas horas, la crisis sigue abierta, tanto en el plano diplomático como migratorio. Unidades marítimas y terrestres de la Guardia Civil desplegadas en el entorno de la frontera del Tarajal, su espigón marítimo anexo y el resto del perímetro de Ceuta han repelido durante la madrugada y las primeras horas de la mañana de este miércoles nuevos intentos de acceso irregular en la ciudad autónoma "cada vez menos tumultuosos", según han informado fuentes policiales a Europa Press.

El número de entradas a territorio español se ha reducido al mínimo, aunque todavía son "cientos" los migrantes, "en un 99% marroquíes", que continúan concentrados en la parte marroquí del paso. Desde ayer la Gendarmería marroquí ha redoblado los controles de acceso a Fnideq y Beliones, los dos municipios ubicados junto a los espigones fronterizos, para evitar la llegada de más personas no residentes.

El Ministerio del Interior ha cifrado en 8.000 el número de marroquíes que logró entrar en Ceuta entre las 2.00 horas del lunes y la tarde del martes. Según sus números, la mitad ya han sido expulsados o han regresado voluntariamente a su país.Las administraciones han previsto analizar en las próximas horas la situación de los más de 1.500 menores, que no pueden ser devueltos a Marruecos de forma unilateral. Según han informado a Efe fuentes policiales, los menores que han entrado en la ciudad han sido llevados a las naves industriales del Tarajal, donde el Gobierno ceutí ha habilitado este espacio para que pasen el confinamiento obligatorio por el covid-19.

El volumen de jóvenes varones que sigue vagando por las calles de la ciudad española también se ha reducido notablemente este miércoles por la mañana con respecto a la de ayer, aunque decenas han vuelto a pasar la noche al raso entre cartones. Otros grupos han regresado ayer tarde a su país de forma voluntaria ante la confirmación de que en la ciudad española "no tienen nada que hacer", han afirmado a Efe fuentes de las fuerzas de seguridad del Estado.

La situación, en todo caso, es una de las mayores crisis en décadas, forzando a España a desplegar el Ejército en Ceuta para contener la oleada de inmigrantes que cruzaron la frontera a nado ante la pasividad de la gendarmería marroquí. Además, se han enviado 200 agentes de la Policía Naciona y la Guardia Civil de refuerzo, así como servicios de protección civil y la Cruz Roja para la atención de los inmigrantes.  106 de llos han tenido que ser atendidos en las últimas horas en el Hospital Universitario y en otros centros sanitarios de la ciudad.

Este episodio se produce después de que el pasado 22 de abril se desvelara que el secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, se encontraba hospitalizado en Logroño por coronavirus, lo que ha sido justificado por el Ejecutivo por motivos humanitarios. Unos motivos que no fueron suficientes para Marruecos que lo calificó de deplorable y llamó al embajador español para pedir explicaciones. Así, la pasividad de las fuerzas de seguridad marroquíes durante lunes y martes ha abierto la puerta al cruce masivo de la frontera, motivada también por la mala situación económica de Marruecos a consecuencia de la pandemia y del cierre del comercio con Ceuta y Melilla.

El ministro de Estado de Derechos Humanos y Relaciones con el Parlamento, Mustafá Ramid, ha asegurado que España "sabía que el precio por subestimar a Marruecos es muy alto", en referencia a que el país no haya cumplido con "la buena vecindad" al "acoger" a Brahim Ghali. "La recepción por parte de España del líder de las milicias separatistas del Polisario, bajo una identidad falsa, sin tener en cuenta las relaciones de buena vecindad que requieren coordinación y consulta, o al menos cuidando de informar a Marruecos, es un acto irresponsable y totalmente inaceptable", ha escrito Ramid en su perfil de Facebook.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó ayer los enclaves de Ceuta y Melilla junto al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.  Sánchez ha remarcado que el Ejecutivo actuará con firmeza para garantizar la seguridad "ante cualquier desafío, cualquier eventualidad y cualquier circunstancia". "Mi prioridad en este momento es devolver la normalidad a Ceuta. Sus ciudadanos y ciudadanas deben saber que cuentan con el apoyo absoluto del Gobierno de España y la máxima firmeza para velar por su seguridad y defender su integridad como parte del país ante cualquier desafío", escribió además en Twitter.

España ha recibido el apoyo de la Unión Europea, que recordó ayer que las fronteras de Ceuta y Melilla son fronteras de la UE, exigiendo a Marruecos a cumplir sus compromisos. El vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas ha avisado este miércoles de que Europa "no se dejará intimidar" o "chantajear por nadie" en materia migratoria al tiempo que ha ofrecido a España "medios y recursos" para asegurar la frontera en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, Schinas ha asegurado que la Unión Europa es "muy fuerte para ser víctima" de las "tácticas" de Marruecos, a quien ha acusado de "instrumentalizar la migración", que "no es permisible".

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