Terratest se abre a nuevas compras en EE UU tras consolidarse en la costa Este
Prevé superar los 100 millones en ventas en el mercado norteamericano antes de adquisiciones
Una de las cinco mayores referencias del mundo en el campo de la geotecnia es española, Terratest, y se dispone a encarar nuevas oportunidades de crecimiento tanto orgánico como vía adquisiciones en Estados Unidos, tras la compra el mes pasado de la compañía norteamericana ASAP.
Su objetivo de ventas para este año en el mercado estadounidense es de 80 millones de dólares (66 millones de euros), pero la firma controlada por la gestora de fondos Nazca Capital quiere llegar más lejos.
Terratest atiende a los nichos de mercado de la cimentación especial, tratamiento de terrenos, microtúneles y medioambiente. Antes de la toma de ASAP había irrumpido en Estados Unidos con una primera absorción en 2018, la de la ingeniería Geostructures. Con sede Virginia y presencia en una docena de Estados, esta última ha conseguido duplicar su volumen de negocio en los dos últimos ejercicios, desde el cambio de control.
La española viene de hacerse con Geostructures en 2018 y con ASAP el pasado abril, que mantendrán sus marcas
ASAP, por su parte, abre la puerta de Florida, donde tiene dos terceras partes de su actividad en la obra civil. Terratest, que ha acometido la operación con una combinación de financiación local y aportaciones de sus accionistas, ha confiado tanto en el plan de desarrollo de su nueva filial como en las oportunidades que emanan del plan de estímulos por 1,9 billones de dólares anunciado por el presidente Joe Biden.
De momento, ASAP parte con una previsión para este año que supera los 21 millones de dólares en ingresos y la intención de duplicar esa cifra en dos ejercicios.
El presidente de Terratest, Enrique Torres, explica que las dos filiales estadounidenses van a mantener sus marcas y gestión independiente: “Tienen encaje geográfico y tecnológico”. La suma de estas dos ingenierías locales cubre la costa Este, ante lo que el grupo español, con 60 años de experiencia, está también atenta a oportunidades en el resto del país. En todo caso, la compañía se guía más por oportunidades y complementariedad que por ocupar territorio.
Jugar en la primera división
Torres cree que el salto por encima de los 100 millones de dólares de facturación anual, que es el objetivo para 2022 antes de nuevas inversiones, convertirá a su empresa en un jugador determinante en Norteamérica. Pero su expansión internacional no se limita a esa parte del mundo. Países ajenos a la construcción española, como Nigeria, Senegal o Egipto, representan un granero de actividad para esta ingeniería, además de Oriente Medio.
Terratest ha puesto su bandera en 25 países y tiene el 85% de la facturación en el exterior. Su plantilla está formada por 1.700 trabajadores y la estimación de ventas para este año es de 270 millones. La cartera, más cortoplacista que la de las constructoras, ofrece un año de ingresos. Antes de la pandemia, cerró 2019 con una facturación de 253 millones y un ebitda de 35 millones de euros.
La apuesta de Nazca por la diversificación
La gestora de fondos Nazca está apostando por el crecimiento de Terratest desde su entrada en el capital, en 2018, junto a Aberdeen Standard Investments, Nuova Energía y Oquendo Capital.
Además cuenta en su cartera con otras 12 empresas: FoodBox (restauración), Distribuciones Juan Luna (alimentación), Caiba (envases de PET), Phibo (implantes y prótesis dentales), Herbex (hierbas aromáticas frescas), Diater (biofarmacia), Cinelux (servicios de cine y entretenimiento), One Shot Hotels (hoteles), IDP (ingenieria BIM), Filmin (plataforma OTT) Eurocebollas (alimentación) y Laboratorios Almond (alimentación orgánica).
El fondo salió de Svenson, Rodilla, Dibaq, Unipost, Vinartis, Lizarrán, Acens o Gestair.