KKR busca un grupo industrial español para sumar a su oferta por ITP
Las valoraciones se sitúan entre 1.300 y 1.500 millones de euros. Cinven, Bain, TowerBrook y Platinum, los otros fondos en liza
KKR trata de salvar las suspicacias del Gobierno para hacerse con ITP. El gigante del capital riesgo busca un grupo industrial español con el que presentar una oferta conjunta para hacerse con la compañía. Las pujas por el fabricante de motores militares y comerciales, hoy en manos del grupo británico Rolls-Royce, rondan entre los 1.300 y 1.500 millones de euros.
Aun antes de haber culminado la subasta y de que Rolls-Royce haya elegido ganador, el Gobierno ha sido taxativo. No autorizará que uno de los suministradores de sus aviones militares caiga en manos de un fondo de capital riesgo extranjero. Se inclina por utilizar la operación para apoyar la creación de un gigante industrial español, en línea con su intención de resucitar la industria española en la economía pos-Covid.
Rolls-Royce anunció el pasado verano un nuevo plan financiero para tratar de sobreponerse a los rigores económicos provocados por el Covid-19. Trata de captar 2.300 millones a través de desinversiones, de las cuales la clave es la venta de ITP. Goldman Sachs es el coordinador de la operación.
Contendientes
Por el momento, la compañía británica ha recibido ofertas preliminares de una pléyade de fondos de inversión: Bain, Platinum, KKR y TowerBrook. Todos ellos, sin embargo, contarían con un veto del Gobierno, por lo que CVC y Carlyle han decidido abandonar el proceso.
Los fondos que siguen en liza tratan de armar una oferta conjunta con un gran grupo industrial español que les permita salvar el veto gubernamental. TowerBrook cuenta en este sentido con algo de ventaja por ser el dueño de Aernnova. Pero no el resto. KKR es el último de los grandes fondos que se ha decidido a peinar la industria española en la búsqueda de un socio. Cinven y Bain también tratan de establecer ententes similares. La otra alternativa sería tratar de convencer a Rolls-Royce de que retenga una participación minoritaria y con ella mande un mensaje continuista al Gobierno que calme sus suspicacias.
De entre las empresas españolas, Aciturri, que es dueño de Alestis, ya se ha mostrado dispuesta a entrar en el proceso, pero su puja no ha llegado a la fase final. Se guarda el as bajo la manga, precisamente, de unirse a una de las ofertas del capital riesgo. También CAF que, según publicó este periódico el pasado 3 de mayo, estaba sondeando armar una oferta junto a otro grupo industrial español para blindar la españolidad de ITP. Indra, que ya negoció la compra de ITP en 2019, es otro de los grupos sobre los que orbitan estos fondos, junto a Sener, el antiguo dueño de ITP, o Gestamp.
Los fondos tienen aún tiempo para tratar de convencer a estos grupos españoles. El plazo para presentar ofertas vinculantes expira a finales de este mes. Será entonces cuando Rolls-Royce deba tomar una decisión.
El papel del Gobierno
El Consejo de Ministros, desde la pasada primavera, debe autorizar cualquier venta a un inversor internacional de una empresa española considerada como esencial, como puede ser aquella del departamento de Defensa. Además, buena parte de la facturación de ITP Aero proviene del contrato de mantenimiento de las aeronaves de Defensa, desde aviones a helicópteros. Ya en 2017 el Gobierno impuso condiciones para blindar la españolidad de ITP Aero, cuando Rolls-Royce acordó la compra a Sener por 700 millones. Entre ellas estaban mantener las capacidades tecnológicas, industriales y la sede en España, así como que la mitad del consejo de administración sea español –entre ellos el presidente y el consejero delegado– con un representante del Ministerio de Defensa.