Los fondos extranjeros atraen 190.000 millones de euros en España en 10 años
El patrimonio de las gestoras internacionales se ha quintuplicado
Dos eventos han marcado la industria de fondos de inversión en la última década: las quiebras y fusiones de bancos y cajas, y el ascenso imparable de las gestoras internacionales. Las cifras apabullan. Entre marzo de 2011 y marzo de 2021, las firmas extranjeras han multiplicado por cinco el volumen de fondos comercializados en España. En términos absolutos ha sido un crecimiento de 190.000 millones de euros.
Tomando más perspectiva, hace 20 años los fondos de gestoras internacionales eran algo testimonial en España, reservado para los clientes más ricos, que recibían servicios a través de las divisiones de banca privada. En 2000 solo había 8.600 millones en fondos extranjeros, un 4% de todo el dinero que se acumulaba en este tipo de vehículos, de acuerdo con los datos históricos de Inverco, la asociación sectorial.
Ahora, entidades como BlackRock, Amundi, DWS, Pimco, Pictet o Natixis IM manejan un patrimonio en España de 240.000 millones de euros, frente a los 290.000 millones que hay en las gestoras españolas. Sumando fondos nacionales y extranjeros, el porcentaje controlado por las firmas de fuera está entre el 39% y el 45% del total.
El último boletín trimestral de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) menciona explícitamente el auge del las gestoras extranjeras, que en 2020 pasaron por primera vez la barrera de los 200.000 millones de euros de patrimonio en España, con un crecimiento del 11,5%, a pesar de la pandemia.
De acuerdo con el regulador, “al cierre de 2020 peso de los fondos extranjeros comercializados ha superado el 39% del total”. La cifra es algo inferior a la que revelan los datos de Inverco porque hay dinero de fondos españoles que se invierte a su vez en fondos extranjeros, por lo que es un patrimonio que se computa dos veces.
Los factores que explican el boom
Costes. La banca española domina con mano de hierro la distribución de fondos de inversión. Sin embargo, mantener equipos potentes de gestores y analistas para gestionar los fondos propios es caro. En un momento de reestructuración del sector bancario, a las entidades les resulta más eficiente vender su gestora (como ha hecho Banco Sabadell) o promover la distribución de fondos de terceros y concentrar los propios recursos en la venta.
Regulación. La normativa Mifid 2 ha incentivado el asesoramiento frente al simple despacho de fondos, y la arquitectura abierta: que las entidades ofrecieran productos de inversión tanto propios como de otras entidades. Esta vía se ha abordado especialmente con los fondos de fondos y, desde hace tres años, con los contratos de gestión discrecional de carteras. Bajo esta fórmula legal, el cliente delega en el banco la gestión de parte de su dinero y la entidad le busca los fondos más adecuados y baratos para su perfil, con independencia de si son fondos de inversión propios o de terceros.
Acenso imparable
Rubén García Páez, director general de la gestora anglo-estadounidense Columbia Threadneedle en España explica que “el ascenso de las gestoras internacionales ha sido muy fuerte durante la última década porque los bancos han entendido que tenían que focalizarse en la distribución de producto, que es la faceta que dominan, y dejar a entidades más especializadas la gestión de activos”.
La regulación europea, especialmente la directiva de mercados financieros Mifid II, también ha contribuido mucho en esta inercia. La normativa ha limitado la posibilidad que tenía la banca para cobrar fuertes comisiones solo por vender fondos y ha incentivado que haya asesoramiento y que se venden productos de otras gestoras.
Entre las firmas extranjeras, la que ha conseguido una mayor predominancia en España ha sido el gigante estadounidense BlackRock, la mayor gestora de fondos del mundo. Su negocio aquí suma un patrimonio de 44.117 millones de euros (datos de cierre de marzo), casi el mismo nivel que Santander Asset Management o CaixaBank (antes de absorber Bankia).
La entidad ha crecido especialmente gracias a la comercialización de fondos indexados de bajo coste, que replican la evolución de índices bursátiles y de acciones y que cobran una fracción de las comisiones de los fondos tradicionales.
El segundo gran jugador internacional es el francés Amundi, que el año pasado cerró la compra de la gestora de fondos de inversión de Banco Sabadell. Maneja en España activos por valor de 23.500 millones de euros, a cierre de 2020.
Javier Villegas, director general en España de la gestora Franklin Templeton (que acaba de fusionarse con su rival Legg Mason) apunta que “los grandes grupos como el nuestro podemos aportar soluciones de inversión muy atractivas para los clientes institucionales, como los fondos de fondos o los planes de pensiones, con equipos de gestores y analistas de más de 1.300 personas”.
Fondos de fondos
Precisamente la primera vía de democratización del acceso de los fondos extranjeros en España fueron los mencionados fondos de fondos. El cliente contrataba un fondo de Caja España o de Popular de Bolsa internacional, pero el gestor del fondo no invertía directamente en acciones, sino que compra participaciones en fondos internacionales.