En plena era digital, ¿por qué es tan complicado declarar impuestos?
El contribuyente español debe rellenar hasta 700 campos en el formulario online. En China, por ejemplo, solo 20
La presentación de impuestos sigue siendo un trámite excesivamente complicado para los españoles, algo inexplicable en plena era digital, cuando todo es más inmediato y sencillo. Según la consultora PwC, el 88% de los españoles encuentra el sistema tributario complejo o muy complejo, un dato completamente normal cuando vemos que la declaración de la renta española tiene hasta 700 campos disponibles para rellenar. Aunque en países como Bélgica, Irlanda, Suiza y Luxemburgo la declaración de la renta también es bastante compleja, con más de 500 campos a rellenar, cada vez más países están apostando por la simplificación de la burocracia; por ejemplo, en China en la declaración de la renta solo hay 20 campos que rellenar.
El mundo se mueve online y es móvil. De acuerdo con el último informe Digital 2021 de Hootsuite, hay 4.700 millones de internautas y 5.270 millones de usuarios únicos de móviles en todo el mundo, 97 millones más que el año pasado en las mismas fechas. Y eso se traslada a cómo manejamos nuestro dinero. En nuestro país, según el Estudio Anual de Mobile & Connected Devices del IAB, de los 32,6 millones de españoles mayores de 14 años que navegan por internet a diario, el 94,3% de ellos administran su dinero de forma online. Una tendencia que seguirá al alza, según datos del mismo estudio, y que avala la inclinación a la realización de gestiones tributarias online.
Es por ello que la digitalización debe llegar a la presentación de impuestos, ofreciendo portales web y aplicaciones móviles que faciliten el proceso. Aunque en España la presentación de impuestos se pueda hacer de manera online, sigue siendo un proceso demasiado complejo, que lleva más tiempo del necesario en una era digital, en la que en dos clics se puede hacer una compra online.
Pero, aún así, según datos del CIS, los españoles siguen invirtiendo entre una y dos horas en rellenar formularios que no llegan a comprender, y es que el 56% de los contribuyentes afirma no tener suficientes conocimientos para hacer la declaración de la renta, según datos del INE. Es necesario seguir incorporando nuevas tecnologías emergentes, trabajar en la integración y en la experiencia de usuario. Por ejemplo, el 84% de los españoles está a favor de la integración de la inteligencia artificial (IA) en el proceso de declaración de la renta, según el informe Digital Taxpayers Research de Accenture.
Esa deseada digitalización con la que se espera que los trámites burocráticos sean más ágiles puede servir como una gran herramienta para pymes y autónomos que no solo deben presentar la declaración una vez al año, como el resto de la población, sino que deben rendir cuentas trimestral y en algunos casos mensualmente, como ocurre con la cuota de autónomos. La incorporación de estas tecnologías supondría una reducción drástica de sus consultas con las autoridades fiscales, a las que más del 74% de los españoles aseguran haber llamado dos o más veces aun habiendo rellenado el formulario.
El mismo estudio revela que los contribuyentes estarían más dispuestos a usar un asistente fiscal virtual si este automatizara formularios con la información básica del contribuyente (53%), redujera o eliminara los errores (55%), hiciera la declaración de impuestos más práctica (55%), y disminuyera la cantidad de tiempo necesario para resolver un reembolso (57%).
Además, la gran ventaja de la incorporación de estas tecnologías de automatización es que son perfectamente complementarias con la labor de los humanos, de los funcionarios y de los asesores financieros. No es una cuestión de que las máquinas afecten a los empleos de las personas, sino de facilitar y agilizar el proceso, al tiempo que se hace un uso más eficiente de los recursos y se minimizan los errores.
Buena prueba de ello es que, a pesar de estos avances tecnológicos, 7 de cada 10 contribuyentes buscará un servicio más personalizado en el futuro. Si la IA, deep learning y otros avances tecnológicos pueden encargarse de la monotonía de la presentación de impuestos, el asesor fiscal, con su experiencia y conocimiento del entramado legislativo, seguiría involucrado en la tributación en calidad de consultor experto, capaz de resolver todas las dudas que pueda tener el contribuyente y de planificar las tributaciones mensuales y trimestrales para que la declaración de la renta sea lo más favorable posible.
Lo que queda claro es que independientemente del país, la presentación de impuestos es una de las tareas burocráticas más tediosas para todos. La campaña de la renta empezó el 7 de abril y terminará el 30 de junio, así que toca ir pensando cómo se puede mejorar el proceso para el año próximo. La simbiosis de tecnología inteligente y experiencia humana será clave para el futuro de la presentación de impuestos y, sin duda, para hacer de este trámite un proceso más sencillo, rápido y amigable, que debería ser el fin último de un proceso tan importante como es el de cumplir con nuestras obligaciones tributarias.
Sebastián Olivera es Country Manager de TaxScouts en España