MadBlue busca entre tres y cinco millones para financiar su expansión
Su fundador, Luis Prieto, pretende convertir Madrid en la capital europea de la innovación
Asegura que su mentalidad es de Silicon Valley. En esta zona de la bahía de San Francisco donde están asentadas las grandes empresas tecnológicas, es donde trabajó Luis Prieto (Madrid, 1977) durante cinco años, en firmas como 4IQ, Designtra o Richmondpartner.
Allí aprendió el concepto de trascender, y con esta finalidad nace su último proyecto, MadBlue Summit, un congreso que acaba de finalizar, pero que tiene intención de prolongarse en el tiempo y con el que pretende hacer comprensibles y llevar a la práctica en el día a día los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), aprobados por los países miembros de Naciones Unidas para hacer un planeta mucho más habitable. “Para el público en general era difícil entender en qué consisten estos compromisos, y gracias a acciones concretas de arte, ciencia, deporte, innovación o tecnología lo conseguimos. Todas estas disciplinas son transmisoras de conocimiento”, explica Prieto, satisfecho de los logros obtenidos en esta primera edición, un acontecimiento que ha sido reconocido como de excepcional interés público, y cuenta con el apoyo del Gobierno español, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid.
“Queremos convertir Madrid en la capital europea de la innovación, la tecnología y la cultura dentro del marco de la agenda 2030, de manera que se generen puestos de trabajo, se atraiga talento, dado que es el proyecto más innovador que hay ahora mismo en la capital y el que tiene más futuro”, agrega este emprendedor, que cuenta con el 70% de la compañía, mientras que el 30% restante está en manos de 12 inversores privados. Para entrar en la siguiente fase de crecimiento, MadBlue busca entre tres y cinco millones de euros de financiación de fondos de inversión.
“Queremos que esto sea una realidad y dar un salto de calidad, y para ello necesitamos que entre capital en la compañía. Creo en las empresas con inversión acreditada, no creo en las que no son sostenibles por sí mismas. Es necesario generar riqueza, escalar y tener un fin social”, prosigue. Entre sus proyectos más inmediatos desea poner en marcha para el mes de noviembre, coincidiendo con la festividad estadounidense de Thanksgiving [Día de acción de gracias] el Earthgiving, esto es, el día en que también se le pueda dar gracias a la tierra.
Y en su lista de deseos está que las empresas españolas se sumen a la iniciativa. “No son tiempos fáciles y las empresas van con cautela, pero les cuesta sumarse a proyectos novedosos y vanguardistas, pero también es verdad que el que no se adapte y se sume a la corriente sostenible no podrá competir, atraer talento y hacer que la audiencia le acompañe”.