Un día en el parque: así rastrean y captan nuestros datos según Apple
La empresa billonaria de Sillicon Valley desafía la industria publicitaria liderada por Facebook y Google con la nueva función App Tracking Transparency
Apple insiste en su afrenta a la industria publicitaria digital. Y para dejar más clara su apuesta por la nueva función App Tracking Transparency, disponible desde este lunes con la actualización del iOS 14.5, la multimillonaria compañia de Sillicon Valley ha ilustrado cómo funciona el rastreo de datos de los que se alimentan los anuncios personalizados. Una industria que, según denuncia, produce unos 227.000 millones de dólares cada año.
Un día en la vida de tus datos es el título del informe elaborado por Apple para explicar qué sucede detrás de las pantallas. En este lanza una advertencia: "En la última década, una industria grande y opaca ha acumulado cada vez más cantidades de datos personales. Esto ocurre todos los días, mientras las personas viven sus vidas, a menudo sin su conocimiento o permiso".
20% de las apps para niños recopilan y comparten información personal sin el consentimiento de los padres
De hecho, un estudio citado por la tecnológica señala que en casi el 20% de las aplicaciones para niños, los desarrolladores recopilaron y compartieron información de identificación personal sin el consentimiento verificable de los padres. Y en este contexto, Apple utiliza el ejemplo de un padre y una hija durante su paseo al parque para poner de manifiesto este rastreo de datos.
De camino al parque con John y Emma
John ha decidido pasar el día junto a su hija Emma, de siete años. Por la mañana, revisa el clima y lee las noticias desde su ordenador y consulta una aplicación de mapas en su móvil para planificar su ruta al parque.
Durante su viaje en el coche, cuatro aplicaciones móviles rastrean su ubicación periódicamente, a pesar de no estar en uso. Entonces, los datos recolectados son vendidos por los desarrolladores a terceras empresas (data brokers) con las que John no ha tenido contacto. Pero los datos, inicialmente anónimos, consiguen perfilar a John luego de que estos intermediarios hagan coincidir el historial de geolocalización con la información de las otras aplicaciones que recolectaron su patrón de comportamiento y preferencias.
De acuerdo con Apple, uno solo de estos intermediarios es capaz de recolectar datos de 700 millones de consumidores alrededor del mundo, con lo que puede crear perfiles de usuarios con hasta 5.000 características: un paraíso para la publicidad programática.
Así, de camino al parque, Emma juega con la tableta. Al abrir una de las aplicaciones, ve un anuncio de un patinete. Los datos personalizados hasta entonces de John y su hija han creado un perfil por el que han pujado en fracciones de segundos las empresas de publicidad de patinetes. Ahora, el ganador, puede agregar información sobre la interacción de Emma con el anuncio: si ha hecho click, cuánto tiempo lo ha visto o si han decidido comprar el patinete. Y esta publicidad ahora se mostrará continuamente —el llamado retargeting— en cada uno de los dispositivos de John sincronizados con la tableta.
Permisos incompatibles con las funciones de las apps
Entre los reclamos de Apple está que algunas aplicaciones solicitan más acceso a datos personales de los que en principio son necesarios para el funcionamiento de las mismas. Como en el caso de apps de teclado, cámara o filtros que requieren acceso a los datos de geolocalización.
John y Emma no son inmunes a esta recolección de información. Una vez en el parque, deciden utilizar una aplicación de filtros para hacerse una foto con orejas de conejos. Mientras toman la instantánea, la aplicación tiene acceso a todas las fotografías del carrete y a su metadata.
John decide compartir la fotografía en una red social, en la que tiene que registrarse. Esta es capaz de vincular la actividad en línea de John en ese momento con una gran cantidad de datos recopilados por otras aplicaciones, como la información demográfica o los hábitos de compra a partir de una dirección de correo electrónico, un número de teléfono o el identificador publicitario del móvil.
De vuelta a casa, padre e hija se detienen para comprar un helado, que John paga con una tarjeta de crédito. Esta pausa es agregada a la cesta de información que han recolectado las aplicaciones desde el inicio del viaje. Dónde se han detenido, qué han comprado y cuánto ha costado. Todos estos datos se suman al perfil de comprador elaborado en torno a John, que recibirá en los próximos días anuncios publicitarios personalizados relacionados con cada una de las actividades que realizó en este día.
Sin embargo, Apple advierte que más del 40% de los atributos utilizados para agrupar a usuarios en segmentos suelen ser inexactos, creando frecuentemente perfiles equivocados.