ACS abre su oferta por las autopistas de Atlantia a CDP, Blackstone y Macquarie
Los fondos ven superada su oferta por ASPI. Florentino Pérez juega la baza de entrar como socio del Gobierno
Florentino Pérez no iba de farol cuando señaló, primero el 26 de febrero, y luego el pasado martes, su interés por las autopistas italianas de Atlantia, agrupadas en Austostrade per l’Italia (ASPI). Pese a ello, ACS sorprendió ayer con una oferta de 10.000 millones de euros. El grupo español, explican fuentes financieras, va acompañado de inversores italianos e internacionales para poder acometer este acercamiento.
ASPI es, de lejos, la mayor concesionaria del país transalpino, con 3.000 kilómetros de carreteras de peaje bajo gestión. Desde el consejo de administración de Atlantia se reconoció ya por la tarde la recepción de la muestra de interés de ACS por “una participación” en ASPI. La citada Atlantia se ha visto obligada por el Gobierno a desprenderse de su 88% en la que siempre fue la joya de la corona: la compañía controlada por los Benetton debía a sus concesiones en el mercado doméstico unos ingresos y un ebitda cercanos a los 4.000 y 2.300 millones, respectivamente, antes de la pandemia.
El grupo español remitió la carta con la propuesta formal de compra al consejo que preside Fabio Cerchiai, que se reunió ayer para analizar una oferta vinculante previa.
Florentino Pérez busca crear un gigante de las concesiones en el seno de ACS una vez que ha vendido el negocio de ingeniería industrial a la francesa Vinci por más de 4.900 millones en metálico, a lo que podrían sumarse 600 millones más en los próximos años. Durante su comparecencia del martes ante inversores y analistas fijó el foco en ASPI. Buena parte de los fondos entrantes en ACS, afirmó Pérez, se utilizarán para crecer en autopistas e impulsar la empresa conjunta anunciada con Vinci para la promoción de renovables. Pese a todo, la ingente suma en metálico obtenida por el área de servicios industriales no llegará hasta que la operación de venta esté cerrada, previsiblemente en el cuarto trimestre de este año. Por ello habrá que financiar la oferta.
Próximo análisis
“Dada la estrecha relación entre nuestros grupos tras la exitosa adquisición conjunta de Abertis, ACS ha seguido la situación de ASPI durante los últimos meses y creemos que es un activo muy interesante que encaja en la estrategia a largo plazo de ACS”, indica la carta enviada a Atlantia, según Financial Times.
Una vez tomada en cuenta la ofensiva de ACS, el consejo de Atlantia manifestó que realizará el “análisis en reuniones que serán convocadas en los próximos días para tomar las decisiones necesarias al respecto”.
De momento, se estudia la puja de CDP, un banco de capital público con funciones similares al ICO, en consorcio con grandes gestoras como Blackstone o Macquarie. La primera cuenta con el 51% de la BidCo, mientras que los fondos son titulares de un 24,5% cada uno. El plan fijado es que la entidad pública venda, posteriormente, parte de su participación a otros inversores institucionales.
ACS, cuyo presidente manifestó que cualquier acercamiento a ASPI se realizaría de acuerdo con el Ejecutivo italiano, estaría dispuesta a encontrar acomodo a estos inversores en su plan.
CDP valora el 100% de ASPI en unos 9.000 millones de euros, lo que se antoja insuficiente para Atlantia. Y es aquí donde el grupo ACS encuentra una clara oportunidad de asalto sobre ASPI tendiendo la mano a la primera oferente, con lo que evitaría incomodar al Ejecutivo de Mario Draghi.
La desinversión en ASPI lleva sobre la mesa desde el fatídico colapso del puente Morandi en Génova, que dejó 43 fallecidos en agosto de 2018. De hecho, Atlantia se ha visto forzada a vender para evitar la nacionalización de su red de peajes en el mercado italiano. En todo caso, este Ejecutivo está siendo menos intervencionista que el anterior y Atlantia siempre defendió su derecho a vender en el mercado.
El fondo TCI, que tiene un 10% de Atlantia, ha dado la bienvenida a la oferta de ACS y anima a “explorar profesionalmente la oportunidad de una combinación de Abertis y ASPI”, según publicó ayer el rotativo británico.
Un proyecto con opciones de éxito
Solución de mercado para Atlantia. Con una deuda financiera superior a los 36.000 millones, la pérdida súbita de siete autopistas en Italia, de haber sido estas nacionalizadas, dejaba a Atlantia en dificultades para hacer frente a sus compromisos e incluso para mantenerse como primera accionista de Abertis, en la que cuenta con el 50% del capital más una acción. El traspaso a ACS, o a cualquier otro inversor, despeja esa incertidumbre. Antes de la crisis de ASPI, Atlantia contaba con un plan de inversiones por 7.000 millones para sus carreteras italianas en un plazo de cuatro años.
Negativa tras negativa. El consejo de Atlantia ha rechazado hasta en tres ocasiones la oferta de CDP. Ahora empieza a estudiar una nueva, realizada el 31 de marzo y que rondaría los 9.000 millones.
Distintas opciones. El presidente de ACS juega la baza de entrar como socio del Gobierno, o junto a otros accionistas relevantes, en caso de que Atlantia rechace la nueva puja realizada por la pública CDP.