Un año de pandemia deja 1,1 millones de trabajadores que han perdido su empleo o lo tienen suspendido
El paro en el mes de marzo se redujo en 59.149, la afiliación ganó 70.800 cotizantes y los trabajadores en ERTE caen un 17% pero aún afectan a 743.000 empleados.
El 12 de marzo de 2020, hace ahora poco más de un año, se decretaba el cierre de los colegios de toda España y dos días después empezaba un duro confinamiento domiciliario de los residentes en el país que duraría hasta el 21 de junio. Por tanto, los datos del mercado de trabajo de afiliación a la Seguridad Social y paro registrado del mes pasado, publicados hoy, sirven para hacer balance.
Así, tras el primer año completo de pandemia la Seguridad Social registró en marzo pasado 70.790 cotizantes más que en febrero, con lo que la cifra total de afiliados se situó en 18.920.902 personas. Este dato refleja cierta recuperación del mercado de trabajo, sobre todo a raíz de la segunda mitad del mes cuando se empezaron a eliminar ciertas restricciones ante el esperado final de la tercera ola.
Pero para ver la intensidad de esa recuperación, las cifras de marzo pasado se deben comparar con las de hace un año, en marzo de 2020, cuando la pandemia ya había impactado durante más de medio mes en el mercado de trabajo. De esta forma, el sistema se encuentra ahora en un nivel parecido de afiliados a hace un año, tras el golpe inicial de la crisis: contaría aún con 85.858 cotizantes menos que en marzo de 2020, pero con 330.000 menos que aquel febrero, previo al inicio de la pandemia.
A estos más de 300.000 afiliados menos que en la antesala de la crisis hay que sumar otros 743.628 personas que están con su empleo suspendido total o parcialmente en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Aunque este colectivo ha adelgazado en 156.000 personas en marzo, un 17% menos, sigue siendo muy voluminoso. Así, sumando la pérdida de afiliación (330.000 cotizantes menos) y los trabajadores en ERTE (alrededor de 750.000) se obtiene que habría casi 1,1 millones de personas que habrían perdido su empleo o lo tendrían aún en suspenso.
Además, medio millón de autónomos cobran ayudas extraordinarias por caídas de actividad totales o parciales, por lo que la cifra de damnificados se eleva por encima de los 1,6 millones.
El secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, dijo que se han recuperado algo menos de 700.000 empleos desde el mínimo de afiliación en pandemia con el que arrancó mayo. Si bien esta cifra es desestacionalizada, ya que este mismo balance sin corregir arroja menos de 500.000 empleos recuperados.
Según esto, sumando los nuevos afiliados de marzo y los reincorporados de los ERTE el mercado laboral se habría reactivado en marzo en más de 200.000 personas. Si bien, una señal poco halagüeña es el desplome de la afiliación de 190.000 personas experimentado el último día de mes, el miércoles 31 de marzo, víspera de Jueves Santo. Esto significa que si se compara el último día del mes pasado con el día anterior al estallido de la crisis (11 de marzo de 2020, justo antes del cierre de los colegios) en el mercado laboral habría 551.000 cotizantes menos. Eso sí, Arroyo aseguró en el inicio de abril se habrían recuperado ya unos 120.000 puestos de las bajas del último día de marzo.
Unos 5,6 millones en paro o con menos actividad
En cuanto al número de parados inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en marzo también hubo muestras de recuperación ya que se redujeron en 59.149 personas respecto al mes de febrero. Esto permitió rebajar el umbral de los cuatro millones de parados (a 3.949.640 personas), aunque aún hay 400.000 desempleados más que antes de la crisis. Además, si al total de trabajadores que no encuentran empleo se le añaden los 1,6 millones de afectados por la pandemia, los damnificados se elevan a 5,6 millones.
Sin embargo, Trabajo destacó ayer que el descenso del paro de marzo es el tercero mayor de la serie histórica y el mejor marzo desde 2015. Esto contrasta con la intención del Gobierno de rebajar sus previsiones de crecimiento, según avanzó el lunes la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, quien esperaba malos datos del mercado de trabajo.
Por el contrario, en general, la ocupación ha mejorado a pesar de que España puede estar a las puertas de una cuarta ola de la pandemia y de que la Semana Santa ha caído en abril y ha estado limitada por la prohibición de movilidad entre comunidades, lo que ha limitado las contrataciones del inicio de la temporada alta. Pero incluso en este escenario, ha sido el sector servicios el que ha copado los nuevos empleos, con 69.209 nuevos afiliados; le siguió la construcción (18.314) y la industria (3.833). Mientras que la Agricultura se desplomó con 20.565 trabajadores menos respecto a febrero.
Otro dato que fue destacado desde el Ministerio de Trabajo es la recuperación de la contratación: en marzo se registraron 1,4 millones de contratos, casi un 16% más que en febrero y un 12% más que hace un año, con lo que el nivel recupera el 81% de lo que era habitual antes de la pandemia. Pero sobre todo es relevante el aumento de la contratación fija, que ha superado los 207.000 contratos el mes pasado, con lo que han supuesto el 15% del total (normalmente ronda el 10%). Esto se ha debido a que la Inspección de Trabajo propició la regularización de 112.000 temporales fraudulentos.