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El Ibex sube un 6,3% en 2021 y pone los 8.600 puntos en la diana

El selectivo cierra marzo con un alza del 4.32%

Mapamundi Bolsas

El ajuste de carteras del cierre de trimestre y el repunte de las rentabilidades de la deuda impidieron al Ibex y al resto de las Bolsas europeas despedir la última sesión del mes y el trimestre al alza. Pero el pobre desempeño registrado por la renta variable en la última jornada de marzo (el selectivo español cayó un 0,18%) no empaña el buen hacer de las Bolsas en un inicio de año en el que las expectativas de una recuperación al calor de las vacunas han llevado a los inversores a reforzar su apetito por el riesgo. La rotación de las carteras hacia los valores cíclicos ha servido para que la Bolsa española deje atrás las pérdidas de 2020 y aunque todavía está lejos de recuperar los niveles previos al estallido de la crisis, entre enero y marzo el Ibex 35 se anota un 6,27%. Un comportamiento que nada tiene que ver con la caída del 28,94% del mismo periodo del año pasado.

Pero lograr este buen resultado no ha sido sencillo. Por el camino los inversores han tenido que sortear obstáculos. Los últimos durante el mes de marzo, un periodo en el que las expectativas de inflación impulsaron las rentabilidades de la deuda a niveles de hace un año y el aumento de los contagios en Europa se ha traducido en la vuelta a las restricciones en un momento además en el que el retraso en la vacunación está llevando a las autoridades a revisar sus objetivos de inmunización y de crecimiento para el ejercicio. Esto fue suficiente para que los inversores empiecen a poner en duda la recuperación de la economía y aprovechen la incertidumbre para recoger beneficios, un movimiento que no impidió al Ibex 35 cerrar marzo con un alza del 4,32%, hasta los 8.580 puntos, lejos de los 8.657,7 puntos, máximos del año. Durante la recta final de marzo, los movimientos corporativos de la Bolsa española ha acaparado la atención de los inversores. A la espera integración de Bankia en CaixaBank y la exclusión de la primera una vez consuma la integración, se ha sumado en las últimas horas la opa lanzada por MásMóvil sobre Euskaltel. En el ámbito de las operaciones corporativas, una de las más destacas fue la oferta lanzada por IFM sobre Naturgy a finales de enero, una operación que está sujeta a la aprobación del Ejecutivo, pues la gasista es considerada una empresa estratégica.

Las ganancias también fueron la corriente imperante en el resto de índices europeos en marzo, unos ascensos que oscilaron entre el 8,86% del Dax alemán y el 3,55% del FTSE británico. La Bolsa alemana, de hecho, ha revalidado en las últimas semanas sus máximos históricos, un desempeño que ha contribuido a que avance un 9,4% en 2021. En el mismo periodo, el Cac francés suma un 9,27%; el Mib italiano, un 10,87% y el FTSE británico un 3,92%. Además del mayor apetito por el riesgo la Bolsa italiana se ha visto favorecida por la llegada Mario Draghi al Gobierno. El que fuera salvador del euro en 2012 será el encargado de diseñar el programa de recuperación para la recepción de los fondos europeos. Su entrada en el Ejecutivo pone fin a meses de incertidumbre política, algo que ha sido aprovechado por los inversores para redoblar su interés por los activos italianos, con la deuda y la banca como grandes beneficiados.

Especialmente intenso fue el trimestre en Wall Street. La Bolsa estadounidense comenzó el año con la toma del control de las dos cámaras por parte de los demócratas tras el triunfo logrado en las elecciones de Georgia. Este fue el primer paso que allanó la aprobación del paquete fiscal valorado en 1,9 billones, unas ayudas a las que suma ahora el plan de infraestructuras de Joe Biden, una de las medidas estrella de la campaña electoral. El programa, cuyos detalles empezaron a conocer el miércoles, está valorado en 2,25 billones de dólares que se financiarán con una subida de impuestos a las grandes empresas y clases altas así como la emisión de deuda. La medida tuvo un impacto limitado en Wall Street. Al cierre de los mercados europeos, el Dow Jones avanzó un 7,8% en el año; el S&P 500, que se quedó a las puertas de marcar nuevos máximos históricos, se anotó un 5,8% y el Nasdaq subió un 2,8%. La consolidación sufrida del índice que agrupa a las grandes tecnológicas se ha visto impulsada en las últimas semanas por el alza de las rentabilidades y la mayor presión fiscal que se cierne sobre el sector.

Donde más efecto están teniendo las medidas de Biden es en el mercado de deuda. En un contexto de repunte de la inflación, una coyuntura que los organismos oficiales y los expertos consideran transitoria, pues como señalan desde Link Securities obedece al aumento de los precios de las materias primas efecto base, ya que, en 2020, en pleno confinamiento global de la población, muchos precios de productos y servicios cayeron con fuerza, las medidas demócratas se traducirán en un aumento de la deuda. Todo ello ha impulsado al alza las rentabilidades y aunque los bancos centrales han reiterado su compromiso de mantener sin cambios la política monetaria, los inversores han empezado a poner en precio una subida de los tipos. En este escenario la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años cierra el trimestre en el 1,74%, lejos del 0,92% de comienzos de año. Como si de un efecto dominó se tratará, los rendimientos de la deuda europea le siguen los pasos. El bono español pasa del 0,047% al 0,22% mientras el bund cierra en el -0,292% desde el -0,569%.

El apetito por el riesgo se ha observado también en el rally del bitcoin, que suma un 86,4% en el año. La criptodivisa ha renovado máximos casi diariamente en estos tres meses y llegó a rozar los 62.000 dólares en marzo. Este repunte vino de la mano del anuncio de Tesla de que había comprado 1.500 millones de dólares en bitcoins. Sin embargo, un tuit posterior de su fundador, Elon Musk, en el que afirmaba que la divisa podría estar sobrevalorada desencadenó un desplome de su valor.

El Brent registra su primera caída mensual pero vuelve a niveles prepandemia

Confianza en la recuperación. La llegada de las vacunas frente al Covid y las expectativas de reapertura de las economías ha llevado al Brent a un rally al que solo ha frenado otro repunte de los contagios. El 11 de marzo, el barril de referencia en Europa tocó máximos de 69,63 dólares, aunque está en niveles previos a la pandemia desde finales de febrero. El último gran impulso se lo dio la OPEP, tras anunciar que mantendría los recortes de la producción hasta abril. Hoy, el cartel decidirá si los mantiene o incrementa la producción.

Primer retroceso en cuatro meses. Marzo ha sido un mes de altibajos para el oro y negro y tras tocar máximos de 12 meses inició una racha bajista. El bloqueo del Canal de Suez por un buque durante casi una semana disparó su precio hasta un 6% en una sesión, pero se impusieron las caídas al extenderse las restricciones a la movilidad por Europa con el aumento de los contagios. Así, el Brent cedió un 3,8% en marzo, su primera caída mensual desde octubre, aunque se anota más de un 22,7% en el año.

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