Aciturri entra en la puja por ITP con más de 1.700 millones
La compañía española puja contra fondos de capital riesgo como CVC, Carlyle, Towerbrook, KKR o Penrose
Aciturri entra en la puja por ITP. Rolls-Royce, que lanzó este año de nuevo la venta del fabricante español de turbopropulsores acuciada por sus problemas financieros, tiene ya sobre la mesa las pujas de fondos de capital riesgo, como CVC, KKR, Towerbrook o Penrose. La puja del competidor español, deseada por el Gobierno, supera los 1.700 millones de euros (1.500 millones de libras).
Un nuevo competidor emerge para hacerse con ITP. Según publica Bloomberg, la compañía Aciturri está dispuesta a liderar la consolidación en el sector aeronáutico español y ha presentado una puja por 1.700 millones por el principal fabricante español de motores para aviones militares. Una posibilidad mejor para el Gobierno, que puede vetar la toma de la empresa por tratarse de un sector estratégico y por un precio superior al que ofertaban los fondos, que estaba en los 1.200 millones.
Por otro lado, Rolls-Royce cuenta con varias ofertas de fondos de capital riesgo, en un proceso que pilota Goldman Sachs. Entre los interesados figuran KKR, CVC, Carlyle, Towerbrook (dueño del competidor de ITP Aernnova) y Penrose. El grupo alemán MTU también ha mostrad su interés en la operación. Sin embargo, el hecho de que el Gobierno pueda vetar la compra de la compañía por un fondo foráneo complica esta alternativa. Otras opciones que se barajan para salvar los contratos con el Ministerio de Defensa son que Rolls-Royce se mantenga como socio minoritario o que uno de estos fondos acuda en alianza con alguno de los fondos.
El Gobierno español ya intentó promover una operación con Indra en 2019. Sin embargo, la compañía española de defensa y consultoría, donde la SEPI cuenta con un 18,7%, decidió dar carpetazo a la operación.
Cuando, en 2017, Rolls-Royce adquirió la compañía a Sener por 720 millones, el Gobierno español impuso condiciones para blindar la españolidad del grupo. Entre ellas, estaban mantener las capacidades tecnológicas e industriales en España, que la mitad del Consejo de Administración sea español –entre ellos el presidente y el consejero delegado–, mantener la sede en España y que en el Consejo haya un representante del Ministerio de Defensa.
A mayores, el Gobierno cuenta ahora con una salvaguarda más para vetar la operación. Desde hace un año, cualquier inversión extranjera sobre un activo español perteneciente a un sector estratégico debe contar con el visto bueno del Consejo de Ministros. Uno de estos sectores estratégicos es el de defensa, pero también la energía (donde el Ejecutivo actualmente analiza la opa de IFM sobre Naturgy), las telecomunicaciones o los medios de comunicación.
Ahora Rolls Royce trata de desprenderse de esta filial en medio un plan para obtener 2.300 millones en desinversiones para paliar la crisis del Covid.