El cambio de fiscalidad no afecta aún a las aportaciones a planes de pensiones
En enero salieron 56 millones de euros, nivel similar al de otros años
La tributación de las aportaciones a planes de pensiones va a cambiar significativamente en 2021. Hasta ahora, el dinero que se metía en el plan de pensiones se podía descontar de la base imponible de IRPF con un tope de 8.000 euros al año. Ahora, ese límite ha bajado a 2.000 euros. La industria de fondos había pronosticado fuertes cambios en los patrones de aportación, pero los primeros datos apuntan a que se mantiene la tónica de los últimos años.
La asociación de las gestoras de fondos y planes de pensiones (Inverco) divulgó la semana pasada los datos de aportaciones y prestaciones de enero, el primer mes tras la entrada en vigor de la nueva fiscalidad. El dinero que entró en planes individuales fue de 206 millones de euros, mientras que salieron 262 millones de euros. Por lo tanto, las salidas netas fueron de 56 millones de euros.
Con todo, esta cifra es relativamente frecuente para un mes de enero. En enero de 2020 hubo reembolsos netos por 39 millones de euros. En enero de 2019 salieron 84 millones de euros, en 2018 otros 70 millones, y en enero de 2017 otros 65 millones.
Los primeros meses del año son siempre los más flojos para la industria de planes, muy marcada por la estacionalidad. Los bancos, que son quienes controlan el 80% del sector, concentran en noviembre y diciembre sus campañas para animar a las aportaciones, vinculándolas al ahorro fiscal que tendrán.
Hasta finales de 2021 no se podrá ver la foto completa de cuánto ha afectado la reducción de 8.000 euros a 2.000 euros del límite de aportación, pero los primeros datos indican que el efecto es pequeño
82.700 millones de patrimonio
El dinero acumulado en planes de pensiones individuales rebasó en enero los 82.700 millones de euros, un récord histórico. La cifra es un 2,4% superior a la que había acumulado hace un año, 1.942 millones de euros más.
Durante los últimos cinco años, los planes de pensiones individuales han atraído casi 5.000 millones de euros gracias a las aportaciones netas (que descuentan el dinero que van sacando cada año de su plan los ahorradores ya jubilados).
A finales de 2016, el importe total acumulado en estos productos de ahorro previsión en España era de 70.500 millones de euros. A los 5.000 millones de aportaciones netas hay que añadir una revalorización de los activos en que estaban invertidos los planes, que en los últimos cinco ejercicios ha sido del 2,5%, descontando las comisiones que cobran las gestoras de planes de pensiones.
Otro vaticinio que no se ha cumplido es el de que, en vistas del cambio de la fiscalidad, habría unos mayores niveles de aportación a finales de 2020, para anticiparse a la reducción de las deducciones, que ya había confirmado el Gobierno.
Las cifras hablan por sí solas. En diciembre del año pasado las aportaciones netas fueron de 899 millones de euros, un nivel algo inferior al de diciembre del año anterior.
Si se tienen en cuanta las aportaciones netas de diciembre y del conjunto del ejercicio, se tiene que en 2020 entraron 1.256 millones de euros en planes individuales, un dato parecido a los 1.148 millones de euros del año anterior.
“Aunque la fiscalidad tiene su importancia y puede acabar afectando, lo que más condiciona a un cliente a la hora de si contrata un plan o si hace una aportación adicional es cómo han funcionado los mercados en los meses precedentes”, explica un veterano gestor de planes de pensiones.
Así, el peor mes de diciembre del último lustro ocurrió en 2018, cuando solo entraron 619 millones nuevos en planes de pensiones. Justo ese ejercicio tuvieron un mal comportamiento tanto las Bolsas como los mercados de bonos, el tipo de activo en el que más están invertido los planes de pensiones españoles.
Muchos ahorradores, tras comprobar que el saldo de su plan de pensiones iba menguando durante 2018, simplemente se negaron a hacer aportaciones adicionales al final de ese ejercicio.