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Tribuna
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Empresas encarando la pandemia

La empresa privada, gran fuerza de la economía mundial, debe colaborar vigorosamente en la lucha contra el Covid-19

En su carta anual 2021, Bill Gates dice que el Covid-19 es el mayor desafío de salud pública de la historia de la humanidad. Las empresas deben estar en primera línea en hacerle frente. Gates destaca que “no queremos empresas movidas solo por el beneficio”.

Hay nuevas iniciativas empresariales. En EE UU, el país con las mayores cifras de infectados y víctimas, muchas empresas líderes que no están en salud pueden ser muy útiles. Se requiere un gigantesco esfuerzo de vacunación. El presidente Biden ha lanzado un macroplán que prevé 2,5 millones de vacunaciones diarias. Es una carrera contra el tiempo. Cuanto antes se alcancen las metas, más vidas se salvarán. Es crítica junto a la producción, la complejísima logística de distribución que supone abrir múltiples espacios para vacunar, instalar capacidades digitales sofisticadas, manejar grandes masas de datos, planificar citas, maximizar el uso de las vacunas disponibles. Los aportes de las empresas pueden ser muy variados.

Ejemplificándolos, Amazon informó al presidente que asistirá con “operaciones, tecnología de la información y capacidades de comunicación”. Microsoft firmó con el estado de Washington para, entre otras ayudas, abrir un gran centro de vacunación en uno de sus campus de oficinas vacías. Star­bucks va a asignar especialistas pagados por la empresa para diseñar nuevos centros de vacunación. Microsoft contribuirá con inteligencia artificial para hacer seguimiento de hospitalizaciones y test. Grandes compañías están también facilitando a sus empleados la vacunación. J. Dollar General, Instancart, Chobani y otras les dan horas de trabajo pagadas para ponerse las vacunas. United Airlines y las aerolíneas proyectan hacer la vacunación obligatoria para sus empleados. Son ilustraciones de muchísimas otras aportaciones posibles. Biden declaró que se necesita “un esfuerzo en escala total semejante al de tiempos de guerra”. Bill Gates, en su carta, señala que el desafío es semejante al de la Segunda Guerra Mundial.

En los países europeos, las expectativas sobre la empresa privada son similares. A todo ello se suma, como señalaron el Papa y el secretario general de la ONU, el tema ético de que “nadie debe quedar afuera”. Es necesario garantizar a los ciudadanos de los países en desarrollo su derecho a la vacuna. La empresa privada, gran fuerza de la economía mundial, debe colaborar vigorosamente en ello.

Bernardo Kliksberg es asesor de diversos organismos internacionales. En edicion su nueva obra 'Como mejorar el mundo. Refexiones estrategicas'

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