Abengoa acusa a sus críticos de tener "incentivos personales" para ir contra el interés de la empresa
El consejo de administración defiende el plan de rescate como única alternativa
El consejo de administración de Abengoa ha puesto negro sobre blanco en un documento remitido a la CNMV la situación de la compañía y las negociaciones para poner en marcha su plan de rescate. La compañía ha reivindicado este plan, que supone que los acreedores se hagan con los activos de la sociedad, frente al grupo de accionistas minoritarios AbengoaShares que han provado varios cambios de mano en la compañía y amenazan su consecución. Los acusa de "tener incentivos personales" para que este plan no se ponga en marcha e ir contra el interés social de la compañía.
"Los accionistas de AbengoaShares han adoptado acuerdos e instruido al Consejo, en un intento de mejorar su posición, siendo ese intento claramente contrario a los propios intereses de los accionistas en general, dado que de no ejecutarse el plan de reestructuración y llevar a la sociedad a la liquidación, su posición esperable es infinitamente peor que la conferida mediante la ejecución del plan, puesto que su participación en el proceso de liquidación sería nula. Dado que no responden personalmente de las deudas sociales, podrían tener incentivos para adoptar decisiones de imposible ejecución o en interés propio, pero en perjuicio del interés social y, en este caso, claramente dañosas para los acreedores, como una forma de presión a éstos últimos para obtener mejores condiciones en la reestructuración financiera en perjuicio de terceros", indica el documento.
Todo se remonta a la junta de accionistas de noviembre de 2020. En ella, este grupo de accionistas consiguieron dar un golpe en la mesa y despedir al consejo de Abengoa, capitaneado en ese momento por Gonzalo Urquijo. Se oponen frontalmente al conocido como plan Vellocino, diseñado por la compañia y sus acreedores (liderados por Santander y KKR). Supone trasladar todos los activos de Abengoa a la sociedad Abeneco 1, controlada por los acreedores, a cambio de que aporten 350 millones avalados por el ICO y 20 millones más la Junta de Andalucía.
Pero este grupo de accionistas tampoco apoyan ya al consejo que surgió tras esa cumbre, Juan Pablo López Bravo, Margarida de la Riva y Jordi Sarriás. Han convocado otra nueva junta para el 4 de marzo, en la que esperan impulsar a Clemente Fernández, expresidente de Amper, como nuevo presidente. Y que sea este el que busque un nuevo acuerdo con los acreedores.
La compañía afirma que no será tan fácil. Avisa a los minoritarios de que de frustrarse ese acuerdo de refinanciación, la situación "sería peor". Considera que las instrucciones dadas por los accionistas "perjudica a todos los acreedores" de Abengoa, que podrían convertir sus bonos en acciones y ejercer sus garantías sobre Abenewco.
Así pues, Abengoa considera que las pretensiones de los minoritarios son "ilegítimas" y que abocan a la compañía al concurso y la liquidación. Y que los administradores que las pongan en marcha incurrirían en "responsabilidad penal, concursal y civil" por los daños a los acreedores.