La Eurocámara aprueba las normas para acceder y gastar el fondo de recuperación
El dinero no estará disponible hasta que todos los Estados ratifiquen la legislación
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles las reglas del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (RFF), el programa más importante del fondo europeo de recuperación, que movilizará 672.500 millones de euros de los 750.000 millones de los que dispone el conjunto del Next Generation UE.
El reglamento del RFF ha salido adelante con 582 votos a favor, 40 en contra y 69 abstenciones. Ahora debe ser aprobado formalmente por el Consejo de la Unión Europea y publicado en el Diario Oficial de la UE a mediados de febrero. La Eurocámara confirma con este voto el compromiso al que llegaron sus negociadores con los del Consejo el pasado diciembre, que recoge que, para recibir las ayudas, los países tienen que presentar planes de reformas e inversiones destinadas a impulsar el crecimiento, la creación de empleo y las transiciones ecológica y digital.
El desembolso del dinero, sin embargo, no empezará a funcionar hasta que todos los socios ratifiquen la legislación que permitirá a la Comisión emitir la deuda para financiar el fondo, algo que hasta ahora solo han hecho seis países. Ayer, sin ir más lejos, el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, pidió a los países que ratifiquen "lo antes posible" el fondo en sus parlamentos estatales, de forma que sus ayudas pueden empezar a "fluir" a las empresas y los ciudadanos más afectados por la crisis.
Mientras tanto, los gobiernos podrán enviar a la Comisión sus planes con las reformas e inversiones que financiarán estas ayudas. A España, según las últimas actualizaciones del Ejecutivo comunitario, le corresponden unos 80.000 millones en transferencias no reembolsables (frente a los 70.000 millones iniciales) y un montante en créditos de hasta el 6,8% del PIB de 2019.
Bruselas ya lleva trabajando varios meses con las capitales para diseñar estas estrategias de inversión y reformas, que deberían estar listas antes de que acabase el mes de abril. Una vez que empiecen a llegar, los fondos podrán utilizarse hasta 2026, y los países recibirán un adelanto del 13% de su asignación nada más contar con el aprobado definitivo de Bruselas.
España, por ahora, parece que se encuentra por el camino adecuado. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, según relatan oficial y públicamente varios portavoces del Ejecutivo comunitario, es de las que más avanzados tiene sus planes de inversión y reforma, aunque como recuerda Bruselas, aún quedan algunos detalles por pulir.
Una vez que se presenten los planes, la Comisión dispondrá de un plazo de dos meses para evaluar los borradores remitidos por cada gobierno. En esta tarea tendrá que valorar si las estrategias se adecuan a los objetivos establecidos, si recogen el equilibrio exigido entre inversiones y reformas o si contribuye a impulsar las transiciones ecológica y digital, entre otras cuestiones. Otro de los requisitos para acceder a los fondos es que los planes aborden "todas o un conjunto significativo" de las recomendaciones económicas que la Comisión ha hecho a cada uno de los países en sus evaluaciones macroeconómicas anuales. Es decir, en palabras de Dombrovskis, el plan anticrisis estará "anclado" al llamado Semestre Europeo. Este punto, de hecho, es el que obliga a España a acometer reformas para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones o retocar la legislación laboral para facilitar la contratación indefinida.
A medida que los fondos empiecen a llegar, Bruselas irá examinando la consecución de los hitos y los objetivos fijados por cada país, de manera que los desembolsos (dos cada año) se vinculen a la materialización de los planes de cada socio.
A partir de este punto, los países solo recibirán las ayudas comprometidas a medida que vayan completando una serie de hitos y objetivos establecidos previamente en los planes de recuperación que hayan sido aprobados. De hecho, si el Ejecutivo comunitario concluye que el país no ha logrado superar los hitos establecidos "satisfactoriamente", podrá suspender todo o parte del desembolso.
El reglamento también prevé que se congelen hasta un 25% de las ayudas de este fondo si un país incumple sus objetivos de reducción de déficit y deuda públicas, siempre y cuando las reglas fiscales no estén suspendidas. Por ahora, la UE no tiene intención de retomar la senda fiscal por lo menos hasta que finalice el año 2021.
Von der Leyen asume errores
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reconoció este miércoles "errores" y un "exceso de optimismo" en la estrategia comunitaria de vacunación, pero defendió el plan diseñado por Bruselas y subrayó que el "cuello de botella" se debe a que la ciencia ha ido más rápido que la industria. También volvió a exigir a las farmacéuticas cumplir con lo firmado en los contratos.
"Hemos sido demasiado optimistas con la capacidad de producción" y "de alguna manera la ciencia ha superado a la industria", dijo Von der Leyen en una comparecencia en el Parlamento Europeo sobre la estrategia de vacunación en la UE, según recoge Efe.
La presidenta alemana del Ejecutivo comunitario, asediada por las críticas por el lento inicio de la inmunización y los retrasos en las entregas de las tres vacunas aprobadas en la UE (Pfizer-BioNTech, Moderna y AstraZeneca-Oxford), se sometió al escrutinio de la Eurocámara contando con el respaldo anticipado de los principales grupos del hemiciclo, con reuniones previas a puerta cerrada con los democristianos, socialdemócratas y liberales.