Orcel está dispuesto a retirar parte de la demanda contra Santander tras ser nombrado CEO de Unicredit
Reclamaba 120 millones de euros, pero reduciría la reclamación a 60 millones
Parece que a Banco Santander se le va allanando su conflicto judicial con el banquero italiano Andrea Orcel. Su elección como consejero delegado de UniCredit supone un giro en el proceso judicial que mantenían ambas partes desde 2019, a causa de la denuncia interpuesta por el ex consejero delegado de UBS.
Andrea Orcel fue ayer propuesto como nuevo consejero delegado del italiano UniCredit, aunque su nombramiento definitivo deberá ser votado por los accionistas el próximo 15 de abril, según informó en la tarde de ayer la entidad en un comunicado.
La elección de Orcel, romano de 57 años, ha sido aprobada por unanimidad por el consejo de administración de UniCredit, el mayor banco de Italia por volumen de activos. Pero ahora queda la ratificación por la junta de abril, aunque se espera que no haya problemas, ya que el ejecutivo cuenta con el apoyo de los grandes accionistas del grupo bancario.
El problema podría provenir del Banco Central Europeo, organismo que tiene que dictar la idoneidad de Orcel para ocupar dicho cargo, y según apuntan algunas fuentes financieras al supervisor europeo no le agrada que un banquero mantenga un conflicto judicial con otra gran entidad europea, como es el caso de Banco Santander. El banquero demandó al banco que preside Ana Botín por dar marcha atrás a su contratación, anunciada públicamente unos meses antes, lo que le llevó a abandonar su puesto de alta dirección en UBS.
Fuentes financieras mantienen, sin embargo, que el banquero ha suavizado sus pretensiones con respecto a Santander, al que le exigía 112 millones de euros por incumplir previsiblemente su contrato como consejero delegado, fichaje que se frustró antes de ser nombrado por junta de accionistas.
Orcel está abierto a negociar un acuerdo con Santander por el cual el ex-CEO de UBS retiraría su denuncia contra el grupo español. El acuerdo incluiría la reducción de su demanda de indemnización de 112 millones a alrededor 60 millones de euros, dijo una fuente con conocimiento del asunto, según informe Reuters.
“Si Orcel fuera nombrado director ejecutivo de UniCredit, la parte de la demanda que busca el cumplimiento del contrato tendría que ser retirado“, dijo la fuente con conocimiento del asunto, agregando que todo seguía abierto.
Otras fuentes mantienen que Orcel ya no podría reclamar a Santander un perjuicio por haber dañado su reputación, como recoge su demanda, ya que “se ha demostrado que no ha sido así puesto que ha sido elegido como CEO de UniCredit”.
Andrea Orcel sustituirá en el cargo a Jean Pierre Mustier, quien el pasado mes de diciembre anunció que no quería seguir en el puesto una vez expire en abril de 2021, por diferencias sobre la estrategia de la entidad con su consejo de administración.
El presidente de UniCredit, Cesar Bisoni, agradeció al consejero delegado saliente y explicó que la designación de Orcel se produce tras una profunda búsqueda de posibles candidatos, valorando su amplia experiencia en las bancas de inversión.
El presidente designado, Pier Carlo Padoan, defendió su nombramiento al señalar que es “un sólido líder a nivel internacional, muy respetado y comprometido a alcanzar resultados con su equipo”.
“Tiene una vasta experiencia y una extraordinaria capacidad de visión estratégica que será esencial para guiar UniCredit en el futuro”, señaló el exministro de Economía de Italia.
Santander declinó hacer comentarios, mientras que el portavoz de Orcel no estaba disponible para hacer comentarios.
El banquero italiano y Botín tienen cita el próximo día 10 de marzo en los juzgados a causa de la demanda de Orcel, aunque ahora puede que la retire, según especulan algunas fuentes.
El exdirector del banco de inversión de UBS cuenta con una estrecha relación con UniCredit, ya que tomó parte en el proceso de fusión entre Credito Italiano y Unicredito que en 1998 que dio origen al grupo, que le siguió como cliente a UBS cuando en 2012 Orcel cambió Merrill Lynch por la entidad helvética