Capitalismo inclusivo contra la chatarra tecnológica
Ilunion y Repsol Impacto Social crean Recycling4all para ser un referente en el reciclado de residuos electrónicos
La chatarra electrónica es una consecuencia del imparable desarrollo tecnológico. Aparatos eléctricos o electrónicos que sin agotar su vida útil quedan obsoletos por los requerimientos de nuevos programas o sistemas operativos, o se ven superados por otros más eficientes. Así se genera un permanente recambio de estos dispositivos, que se convierten en basura electrónica. Son residuos, muchos de ellos, altamente contaminantes que requieren de procesos especializados para su correcta manipulación y reciclaje.
Con el objetivo de ser una compañía industrial referente en el sector del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) nace Recycling4all, participada en un 75% por Ilunion, marca de las empresas del Grupo Social ONCE, y un 25% por Repsol Impacto Social, sociedad al 100% de la Fundación Repsol. La compañía está presente en toda la cadena de valor del negocio: recogida, transporte, clasificación, almacenaje, tratamiento, reutilización y valorización de los residuos.
Recycling4all aspira a generar un triple impacto positivo: medioambiental, por la propia naturaleza de la actividad de reciclaje; económico, pues ha de ser rentable y sostenible, y social, con la integración sociolaboral de colectivos vulnerables o en riesgo de exclusión. La empresa cuenta con 147 empleados, de los cuales 99 son personas con discapacidad.
La nueva compañía cuenta con 147 empleados, de los que 99 son personas con discapacidad
Para Antonio Brufau, presidente de Repsol y de su fundación, Recycling4all “representa lo que llamamos capitalismo inclusivo: aquel capitalismo que sin renunciar a la rentabilidad, a la eficiencia, a hacer las cosas bien, también va a hacer el bien. Es decir, no solo es hacerlo bien, sino hacer el bien”.
A futuro, sus promotores planean la posibilidad de extender el reciclaje de placas y paneles solares fotovoltaicos cuyo crecimiento será exponencial en el marco de la transición energética en curso.
La nueva sociedad integra los activos logísticos y plantas de tratamiento con los que Ilunion cuenta en la actualidad. Por un lado, dos plantas industriales, ubicadas en La Bañeza (León) y Campo Real (Madrid), en las que se realiza un tratamiento final del RAEE extrayendo las sustancias peligrosas y potencialmente contaminantes contenidas en dichos residuos y recuperando, además, los materiales susceptibles de ser reutilizados. En 2019 se trataron más de 13.000 toneladas de RAEE, de las que el 93% pudieron ser reintroducidas al circuito productivo para crear nuevos productos y evitar la extracción de materiales de la naturaleza.
Economía circular
Por otro lado, nueve centros de almacenamiento temporal localizados en distintas provincias españolas que, junto a una flota de más de 60 vehículos especializados, se encargan de la recogida, clasificación, almacenamiento temporal y transporte de RAEE a las plantas de tratamiento final. En 2019 se transportaron más de 55.000 toneladas de RAEE, evitando además la emisión de más de 90 toneladas anuales de CO2 gracias a la incorporación de vehículos de gas natural llevada a cabo.
Para Miguel Carballeda, presidente del Grupo Social ONCE, con este proyecto se refuerza la apuesta por la economía circular y la innovación de nuestras empresas, “sin olvidar los fines sociales con los que nacieron, la integración laboral de personas con discapacidad y de otros colectivos con difícil inclusión. Y lo hacemos con un importante socio, como es la Fundación Repsol, a la que nos unen muchos años de colaboración”.
“Este proyecto supone para Repsol Impacto Social avanzar en el segmento de la economía circular de la mano de Ilunion, referente en el desarrollo de proyectos empresariales e industriales de inclusión sociolaboral y con enorme experiencia en la gestión de residuos”, señala Brufau.
“Tenemos que incorporar a nuestros modelos de eficiencia energética el reciclado, la economía circular, para convertir el sol en hidrógeno, el hidrógeno en energía disponible para todos. Para convertir los residuos en biomasa o en gas; los plásticos en plástico reciclable. Para convertir lo que va a hacer Recycling4all, los materiales que de alguna forma han sido utilizados, otra vez incorporarlos a los procesos. Todo esto es el futuro”, asegura Brufau.