Último día para que los accionistas de Telefónica soliciten el dividendo en efectivo
La operadora pagará 0,194 euros brutos el 30 de diciembre
El plazo para que los accionistas de Telefónica que deseen cobrar el dividendo en efectivo lo soliciten termina hoy. Y es que la operadora española tiene en marcha su scrip dividend que arrancó el pasado 10 de diciembre, el segundo que lleva a cabo este año.
De las tres opciones que hay para percibir este pago, la de pedir el efectivo es una de ellas. Los accionistas han tenido desde el 11 hasta hoy para elegir la opción de percibir el cupón en cash. Si se quiere esta opción es necesario comunicarlo, ya que si no se darán los derechos. La fecha de pago para los que lo quieren cobrar en efectivo es el 30 de diciembre.
La segunda posibilidad es recibir nuevas acciones. Esta es la opción que el accionista debe elegir si confía en que la cotización de la operadora va a subir. También es la que se debe elegir si el accionista no quiere ver cómo su participación dentro de la compañía se reduce. Y es que el dividendo flexible es en realidad una ampliación de capital encubierta que hará que haya más acciones de la sociedad y que, por lo tanto, reducirá el beneficio por acción.
Aquellos que prefieran cobrar el dividendo en acciones percibirán un título a cambio de 18 derechos, que les habrán sido asignados –uno por cada acción de su propiedad–. A nivel fiscal no lleva retención y no tiene consecuencias inmediatas. Tendrá implicaciones cuando el accionista venda los títulos en el futuro, ya que Hacienda considerará que el precio de adquisición originario es menor, y por tanto la plusvalía será superior.
La tercera opción es la de vender los derechos en el mercado. Mediante esta opción, el accionista acaba percibiendo dinero en efectivo al vender los derechos en Bolsa.
La cantidad a ingresar es incierta ya que los derechos varían constantemente. Los derechos empezaron a cotizar el día 11 y la fecha límite para venderlos en el mercado es el 28 de diciembre.
Hacienda aplica una retención del 19% sobre el importe total recibido por la venta de estos derechos. Hasta hace dos años no se aplicaba una retención, sino que, al igual que sucedía con la opción segunda, el importe de la venta pasaba a reducir el precio de adquisición originario y, por lo tanto, elevaba la plusvalía una vez que se vendían las acciones.