Codere se da un año para recuperar el negocio y volver a refinanciar en 2022
El grupo espera generar caja en la segunda mitad de 2021
Codere vuelve poco a poco a respirar después de unos meses en los que su viabilidad estuvo en el aire. El parón del negocio por el confinamiento en todos sus mercados, y la lenta reapertura del mismo, le obligó a negociar una refinanciación a la carrera para mantener a salvo su liquidez, cumplir con sus compromisos financieros y mantener vivas las operaciones. La reestructuración, cerrada el pasado 30 de octubre, le ha dado el oxígeno suficiente para poder atravesar los próximos meses con la expectativa de que la pandemia llegue a su fin y la actividad se normalice.
Sin embargo, el grupo ya piensa en acometer una nueva refinanciación de su deuda en la primera mitad de 2022, como confirman fuentes financieras a este periódico. La intención de abordar una nueva negociación con sus acreedores será la de abaratar la factura financiera que los acuerdos recientes han elevado de forma considerable, tanto por la situación de riesgo de la compañía como por las condiciones del mercado en un entorno dominado por la pandemia.
Antes de que esta reventase los planes de Codere, esta venía negociando de la mano de Bank of America la refinanciación de su deuda, incluidas sus dos emisiones de bonos, una por valor de 500 millones de euros y otra por 300 millones de dólares, que vencían en 2021. El cierre total del negocio, con el online también castigado por el parón de las competiciones deportivas, dejó en mínimos los ingresos: en el segundo trimestre del año estos fueron de 36 millones, un 90% menos.
Más intereses
Al vencimiento en 2021 de los bonos se unió la falta de liquidez. De ahí que el acuerdo final, articulado mediante una doble emisión de bonos por un total de 250 millones y la extensión hasta 2023 de los bonos que vencían en 2021, haya conllevado un importante encarecimiento de las condiciones.
El tramo de 500 millones de euros pasa de pagar un 6,75% anual a un 4,5% fijo más un 6,25% adicional que, como confirman fuentes financieras, la empresa pagará al vencimiento del principal. El de 300 millones de dólares pasa pagar un 7,6% a un 4,25% más un 7,125% adicional, que también abonará al vencimiento.
Esto le permitirá contener la salida de caja que afrontará al pagar los cupones que vendrán en 2021, en concreto en abril y octubre y de unos 17 millones cada uno, como confirman las mismas fuentes. Por su parte los nuevos bonos pagan un 10,75%, de los que deberá pagar un cupón de 13,4 millones en marzo y septiembre próximos.
Para la segunda mitad del año Codere espera haber recuperado ventas y, sobre todo, generar caja para afrontar esos pagos. Argumentos que le permitirían acceder a condiciones más ventajosas en las conversaciones que quiere empezar a entablar en los primeros meses de 2022.
Pero para ello, deberá hacer los deberes. En su último informe financiero trimestral habla de una recuperación “completa” de los ingresos para finales de 2021 “o inicios de 2022”. Para ello es indispensable, primero, la apertura de todos sus mercados. Argentina, que en 2019 generó el 23% de sus ingresos, ha anunciado la reapertura de los locales para el 14 de diciembre. En México, Codere tiene ahora dos tercios de su red abierta pero espera abrir el resto antes de que acabe el año. En el resto de mercados donde ya ha abierto, como España, Italia, Uruguay, Colombia o Panamá, la recuperación de los ingresos alcanza una horquilla de entre el 70% y el 90% a partir del primer mes en funcionamiento. Y el online creció en octubre a un ritmo del 50% frente al mismo mes de 2019.
Elementos que hacen que el grupo sea optimista respecto al cumplimiento de sus previsiones. Siempre que las vacunas lleguen y que, mientras, las nuevas olas del virus no provoquen nuevos cierres forzosos.
Un pacto con los bonistas que tuvo que ser validado por la justicia inglesa
Proceso. Las necesidades de liquidez que precisaba Codere en verano obligaron a la compañía a explorar una vía alternativa para alcanzar un acuerdo de garantías con la mayoría de sus acreedores. Sirviéndose de su filial británica, Codere recurrió a un proceso scheme, bajo el que la ley inglesa permite llegar a acuerdos con un 75% de los acreedores sin necesidad de un proceso concursal, como sería en España. Además, según fuentes financieras, la mayor parte de sus bonistas se encuentran en territorio británico. Por ello, la implementación definitiva de los acuerdos tuvo que recibir la autorización del alto tribunal de Inglaterra y Gales, que tras una serie de etapas, incluida una votación para comprobar la adhesión a los acuerdos, dio luz verde definitiva el 30 de octubre.