Huawei vende Honor para "garantizar su supervivencia" tras el veto de EE UU
El negocio pasará a manos de Shenzhen Zhixin New Information Technology, un consorcio de 30 socios de la empresa china. El importe de la operación no ha sido revelado, pero Reuters apunta a unos 12.800 millones de euros
Huawei ha anunciado hoy la venta de Honor, su marca de teléfonos móviles de bajo coste dirigida fundamentalmente a un público joven, así como todos los activos relacionados con la misma para "garantizar su supervivencia". El nuevo propietario será Shenzhen Zhixin New Information Technology, un consorcio que está compuesto por más de 30 partners del gigante tecnológico chino.
La desinversión se produce después de que el negocio de consumo de Huawei haya estado bajo una "tremenda presión" como consecuencia del veto aplicado por EE UU a la compañía, a la que acusa de ser una amenaza para la seguridad nacional, algo que Huawei niega. La compañía reconoce que el bloqueo, que les impide no solo utilizar en sus terminales los servicios de Google, por ejemplo, sino comprar chips y otros componentes producidos con tecnología de EE UU, les ha provocado "una constante falta de disponibilidad de elementos técnicos necesarios para nuestro negocio de telefonía móvil".
Y es que, tras el veto estadounidense, los principales productores de chips de Europa y Asia, como la holandesa NXP Semiconductors, la taiwanesa MediaTek o la coreana Samsung Electronics solo pueden vender sus productos a Huawei si obtienen un permiso previo de EE UU.
La venta de Honor "ayudará a los comercializadores y proveedores del canal de la marca a superar este difícil momento. Es la mejor solución para proteger los intereses de los consumidores, vendedores, proveedores, socios y empleados", ha señalado Huawei en un comunicado, que reconoce que la operación fue propuesta inicialmente "por la cadena industrial de Honor", formada por más de 30 agentes y distribuidores de la marca, "para garantizar su propia supervivencia".
Algunos analistas citados por el diario estatal chino Global Times aseguran que "es posible que la venta permita que Honor use tecnología de EE UU y software como el de Google, y también hay posibilidades de que Honor recupere nichos que Huawei ha perdido en el mercado internacional". Fuentes consultadas por Reuters aseguran que el Gobierno de EE UU no tendrá ninguna razón para aplicar sanciones a Honor, una vez que se separe de Huawei.
También hay analistas que afirman que la razón por la que Huawei vende Honor es para recaudar fondos que le permitan invertir más en su propia tecnología de fabricación de chips, con el fin de ser una empresa más autosuficiente y depender menos de la tecnología de EE UU. Algo que podría lograr, pero para lo que necesitará mucho más tiempo.
El importe de la operación, en cualquier caso, no ha sido revelado por Huawei, pero Reuters avanzó a principios de este mes que la compañía china estaba en conversaciones para vender Honor en un acuerdo de 15.200 millones de dólares (unos 12.800 millones de euros) a un consorcio liderado por el distribuidor de teléfonos móviles Digital China y el Gobierno de Shenzhen. Finalmente, Digital China no forma parte del grupo de compradores final, según dicen a la citada agencia fuentes próximas a la transacción.
Huawei ha precisado que, una vez que la venta se complete, no tendrá ninguna acción ni participará en ninguna actividad relativa a la gestión del negocio o la toma de decisiones en la nueva compañía Honor.
Desde su creación en 2013, la marca Honor se ha enfocado al público joven, con ofertas de smartphones en el rango medio y bajo de precios, donde compite con Xiaomi, Oppo y Vivo, entre otras. Durante estos siete años, Honor ha comercializado más de 70 millones de unidades anuales, según datos de la empresa china. La marca también fabricaba y vendía pulseras inteligentes, relojes y portátiles, en una clara estrategia de no limitar su catálogo a los teléfonos móviles.
Ahora Huawei, segundo fabricante de móviles del mundo tras Samsung, se centrará en los teléfonos inteligentes de gama alta, donde la firma surcoreana y Apple son sus grandes rivales, y en el negocio orientado a empresas. Aunque esta línea de smartphones también sufre las consecuencias de las sanciones de EE UU, pues la falta de componentes le impiden seguir fabricando los chips Kirin que impulsan sus teléfonos de alta gama.
Vender Honor le dará a Huawei algo de "respiro" en el abastecimiento para su negocio premium mientras se centra en desarrollar su propio sistema operativo para móviles HarmonyOS, según señala a Reuter Nicole Peng, vicepresidenta de Movilidad en la firma de análisis Canalys. También el analista de IDC, Will Wong, cree que "será más fácil para Huawei realizar una posible recompra en el futuro de Honor al consorcio, que si vendiera la marca a otro fabricante de teléfonos inteligentes o de productos electrónicos".