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El Ibex celebra la mejora de la actividad industrial con un alza del 2%

EE UU consolida los avances al publicar el mejor dato de PMI en dos años

Imagen de la Bolsa de Sao Paulo.
Imagen de la Bolsa de Sao Paulo. EFE

Las Bolsas inician noviembre con alegría renovada. Después de una recta final de octubre en la que la expansión del virus y la vuelta a las restricciones en Europa frustró el ánimo de los inversores, en la primera sesión de noviembre el sentimiento fue muy distinto. Aunque las perspectivas macroeconómicas se han visto enturbiadas con la segunda ola, los inversores reconocieron la mejora de los indicadores macroeconómicos. Tras un inicio de sesión apático, el buen dato de la actividad industrial en la eurozona sirvió de revulsivo a las Bolsas. La española no escapó esta vez a las ganancias y el Ibex 35 vivió su mejor sesión desde finales de septiembre tras anotarse un 2,07%, subida que le aproxima a los 6.600 puntos.

Los ascensos del selectivo se situaron en línea con el resto de índices europeos después de conocerse que el PMI de la eurozona cerró octubre en los 54,8 puntos, el dato más abultado en más de dos años y por encima de los 54,4 puntos que esperaban los analistas. El Mib italiano fue el más alcista con un repunte del 2,55%, le siguieron el Cac francés (2,11%), el Dax alemán (2%) y fuera de la eurozona el FTSE británico (1,39%). La Bolsa de Londres se dejó arrastrar por la corriente alcista que invadió el Viejo Continente y logró reponerse del confinamiento decretado por Boris Jhonson este fin de semana, unas restricciones que como en el resto de países tienen como objetivo frenar los contagios y salvar la temporada navideña.

Al otro lado del Atlántico y en la jornada previa a las elecciones, los índices de EE UU dejaron a un lado las dudas y apostaron de manera decidida por las compras, un movimiento que al cierre de los mercado europeos se traducía en ganancias cercanas al 1,5% para el Dow Jones y el S&P 500 y repuntes del 0,5% en el caso del Nasdaq. Como en el caso europeo, el PMI, que registró su mejor dato en dos años, actuó de catalizador.

Quién será el ganador de los comicios es toda una incógnita y aunque las encuestas apuntan a una clara ventaja del candidato demócrata, la experiencia de las elecciones pasadas hace que no se puede dar nada por confirmado. Los expertos coinciden en que el mejor escenario pasaría por un claro ganador y si finalmente es Joe Biden desde Axa Investment Managers apuntan a que el mercado no se lo tomaría tan mal como se prevía porque como se ha puesto de manifiesto en las negociaciones para la aprobación del quinto paquete de estímulos, los demócratas son más partidarios de un poderoso impulso fiscal en 2021.

De momento es pronto para aventurarse a adelantar cómo será noviembre en las Bolsas, pero desde Macroyield se muestran optimistas y creen que la superación de la incertidumbre política en EEUU, las primeras señales de control de la pandemia y proximidad de la fecha de la primera vacuna servirá de apoyo a los activos de riesgo.

De regreso a la Bolsa española, ACS (7,99%) y Repsol (6,22%) fueron los valores más alcistas. A ellos se sumaron las entidades con ascensos que oscilaron entre el 4,2% de Sabadell y 1,5% de BBVA. En el lado opuesto se situaron Viscofan (-1,64%), Meliá (-1,26%), Cellnex (-0,36%) y CIE (-0,12%).

El mismo apetito que despertó la Bolsa también se trasladó al mercado de deuda. Los inversores se lanzaron a la compra de bonos y esto permitió a la rentabilidad de la deuda española a 10 años caer al 0,12%, su nivel más bajo en un año. El rendimiento de la deuda alemana cayó al -0,64% mientras el bono de EE UU encara las elecciones en 0,84%.

En el mercado de divisas el euro prolonga la tendencia bajista y cae a los 1,1628 dólares, mínimos de julio.

El crudo se sacude las caídas

A pesar la vuelta de los confinamientos, el entusiasmo vivido ayer en las Bolsas con el buen dato de actividad industrial sirvió para dejar atrás los temores a una nueva paralización de la actividad. El crudo, que la semana pasada vivió su peor semana desde abril, mes en el que West Texas cotizó en negativo por primera vez en su historia, se sacudió las pérdidas. El Brent cambió el rojo por el verde y subió un 2,7%, ascenso que lo dejó al borde de los 39 dólares por barril. Esto en una jornada en la se conoció que las petroleras rusas mantienen conversaciones con el Gobierno para prorrogar tres meses el recorte actual de 7,7 millones de barriles a día. Según el acuerdo de la OPEP+ previsto que en enero ese recorte baje a los 5,7 millones de barriles diarios.

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