El déficit suma 50.000 millones hasta agosto y supera ya el 7% del PIB

El agujero fiscal del estado marcaba un 5,09 al concluir septiembre

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero. Efe

El déficit de España sigue avanzando sin descanso mes a mes ante la caída de ingreso y el aumento de gasto que ha traído la pandemia del Covid-19. Según los datos publicados este viernes por el Ministerio de Hacienda, el agujero fiscal del conjunto de las administraciones públicas, excluyendo a las corporaciones locales, superó en agosto la barrera del 7% del PIB, frente al 2,8% con el que cerró el ejercicio 2019

En concreto, el monto alcanza los 78.104 millones de euros, un 7,07% del PIB y 52.485 millones más desde enero, que habrá que costear con deuda pública. En el caso exclusivo del déficit del Estado, el agujero fiscal estaba ya el 5,09% a finales de septiembre.

Las cifras, defiende Hacienda, “reflejan el impacto de la pandemia provocada por la Covid-19 en las cuentas públicas, así como el efecto de las medidas aprobadas para gestionar esta emergencia sanitaria y mitigar las consecuencias de la crisis”.

La evolución viene marcada por una caída de los ingresos del 12,3%, hasta los 132.381 millones, y un aumento del gasto del 18,5%, hasta los 188.672 millones.

Semejante alza del gasto, aduce el Ministerio "se explica, fundamentalmente, por el aumento de programas sanitarios y por las mayores transferencias a Seguridad Social y Comunidades Autónomas”, expone Hacienda, recordando que ha realizado transferencias excepcionales por 16.000 millones a las regiones para apoyar sus sistemas sanitarios, educativos y de transportes, así como las cuentas que sustentan las pensiones.

Del lado de los ingresos, el 82,4% del total son los de procedencia tributaria, que arrojan 109.120 millones, un 14% menos, con retrocesos generalizados en casi todos los impuestos. Así, el IVA cae un 14,3%, por la caída del consumo; el gravamen sobre renta y patrimonio cae un 16,1%; Sociedades aporta un 2,6% menos y el IRPF ingresa un 21,7% menos. Los impuestos sobre el capital caen un 56,1%, y las cotizaciones sociales aportan un 1% menos.