La banca destruye 120.000 empleos en España desde la crisis financiera
Solo para 2021 ha presentado planes para reducir empleo en 15.000 puestos La plantilla total podría quedar en 158.300 trabajadores
La banca española es la que ha sufrido una mayor reestructuración en Europa desde que estalló la crisis financiera en 2008. Primero fue la crisis derivada de la burbuja inmobiliaria de 2008, luego la digitalización y el Covid, a lo que se añade ahora la presión que introduce en el mercado la fusión de CaixaBank y Bankia, o en menor medida la de Liberbank y Unicaja. Y la baja rentabilidad, que incluso está ahora en negativo, como la falta de ingresos. Todo ello, unido a los cambios de hábitos de los consumidores, está llevando al sector bancario a poner en marcha una nueva y drástica reestructuración y revolución, con el apoyo de los supervisores que buscan que la banca mejore su rentabilidad, aunque sea por la vía de la eficiencia.
Es posible que los cambios que se están produciendo en la actualidad, y que supondrán una transformación radical en el sector, sea el último ajuste por el que atraviese la banca en años. Aunque también es cierto que la actual reestructuración durará todavía algún tiempo, según coinciden varios expertos. Solo las fusiones transfronterizas o las uniones con grandes tecnológicas podrían superar la revolución bancaria actual.
La presión de los supervisores tanto nacionales como internacionales están forzando a las entidades a volver a cerrar centenares de oficinas y a despedir a miles de empleados incluso sin procesos de fusión, justo en un momento en el que el desempleo se ha desbocado a causa de la pandemia y la paralización de varios sectores de la economía.
En la actualidad ya hay planes de los bancos para despedir con prejubilaciones y bajas incentivadas a unos 15.000 empleados, como publicó este periódico. Solo desde 2008, ejercicio en el que bancos, cajas y cooperativas de crédito tenían más plantilla y oficinas de su historia, y que coincide con el año en el que se inició el primer ajuste sectorial, el conjunto de las entidades de depósito han destruido más de 100.000 empleos netos. Desde ese año, en el que el sector financiero contaba con 278.301 empleados, y hasta 2019, ejercicio en el que el total de la plantilla sectorial ascendía a 176.838, las bajas suman 101.463, según los últimos datos del Banco de España. Fuentes del sector apuntan a que ya en marzo el número de empleados había descendido a 175.889.
Si a estas cifras se le suman las salidas que se producirán entre este año y el que viene, según los planes que tienen las propias entidades, y los que ya han abandonado su trabajo este año, la destrucción de empleo en el sector bancario suma más de 120.000 trabajadores en solo 13 años. De esta forma, la plantilla del conjunto del sistema financiero español ascendería a finales de 2021 a unas 158.300 personas.
Solo el grupo Santander cuenta en todo el mundo con una plantilla de 192.578 empleados, según datos del banco a septiembre. Ahora el banco ha puesto en marcha un nuevo plan de ajuste que supondrá la destrucción de más de 3.000 empleados en España entre este año y 2021. A ellos se sumarán otras 2.000 salidas de Banco Sabadell. Las estadísticas del Banco de España sobre el número de empleados del sector financiero se iniciaron en 1981. Ese año trabajaban en este sector 252.351 personas.
Tijeretazo de las excajas
Hasta marzo pasado, la reducción de puestos de trabajos en el sistema financiero español ha sido del 36,8% desde el inicio de la crisis financiera.
Las antiguas cajas de ahorros (CaixaBank, Bankia, Ibercaja, Liberbank Unicaja, Abanca, Kutxabank, Cecabank y Caixa Pollença y Caixa Ontinyent) han sido las más afectadas por los recortes, con un tijeretazo en su plantilla de 68.317 empleados hasta marzo pasado, lo que supone un 42,7% menos de personal que en 2008. Como mínimo, en 2021 saldrán de estas entidades unos 9.000 empleados (algo más de 7.000 por la fusión de Bankia y CaixaBank, alrededor de 1.500 de Liberbank y Unicaja, y más de 500 de otras entidades).
En oficinas el recorte en el sector financiero ha sido mayor, del 48,2%. Ahora operan 23.737 sucursales, número que también se reducirá considerablemente ya que todas las entidades tienen también planes de recorte de oficinas y procesos de digitalización.
Las antiguas cajas de ahorros han cerrado desde 2008 hasta junio pasado un total de 10.613 locales, un 51,9%. Hay que recordar que fueron las entidades más afectadas por la crisis, y las que tuvieron que someterse a planes más duros de reestructuración, con intervención de varias cajas, inyecciones de ayudas públicas y cambios jurídicos para pasar de cajas a bancos.
Según las cifras facilitadas por los propios bancos justo cuando CaixaBank y Bankia anunciaron sus planes de fusión, el 3 de septiembre, el sector preveía clausurar unas 4.000 oficinas en algo más de un año, pero puede que ahora esta cifra también se quede corta.
La red quedará a finales de 2021 en niveles de 1977, según estos datos, al sumar unas 19.900, aunque ahora esta cifra puede sufrir variaciones dado que las entidades están ampliando sus planes de cierres, pero todavía no los han comunicado. Sabadell, de hecho, tiene previsto cerrar más de las anunciadas, lo mismo que Santander.
Sucursales con menos personal que en el resto de Europa
Diferencias. Los empleados que trabajan en banca en España sumaban al cierre de 2019 unos 176.838, un número muy distante de los 399.374 empleados del sector financiero de Francia, o los 578.578 trabajadores de Alemania. En Italia el número de personas que desarrollan su actividad en banca suman 280.219. Pero lo que más llama la atención es el elevado número de empleados que tiene Polonia, que con solo 12.273 sucursales suma una plantilla de 160.878 personas. Lo mismo ocurre con el Reino Unido, que con 7.649 oficinas da trabajo a 344.076 empleados, según datos del Banco Central Europeo con cifras de 2019.
2013, el peor año para el sector. Aunque en 2021 la banca ya sume planes para recortar su plantilla en unos 15.000 empleados, habría que remontarse a 2013 para analizar unos datos peores para el empleo en el sector. Ese año se destruyeron en bancos, cajas y cooperativas de crédito 18.626 puestos de trabajo como consecuencia de las fusiones y de las intervenciones de varias cajas, que llevaron a realizar fuertes ajustes. También se produjeron salidas en los bancos, pero de menor intensidad.