Simon Aninat: “Gran parte del exceso de apalancamiento ya ha desaparecido”
El experto en gestión de volatilidad cree que no existen riesgos ocultos capaces de un nuevo pico de inestabilidad en el mercado
La volatilidad, siempre presente en el mercado, es un arma de doble filo para el inversor. Capaz de generar rápidas ganancias o de dilapidarlas a gran velocidad. Los máximos alcanzados en marzo en este indicador del riesgo de mercado dan fe de la dificultad del momento y del nuevo e imprevisible escenario marcado por la pandemia, aunque sus efectos ya dejen muchos menos interrogantes que meses atrás, según defiende Simon Aninat, gestor de carteras de Seeyond, gestora afiliada a Natixis IM y que mueve un patrimonio de 8.800 millones de euros. La especialidad de Aninat es la gestión de la volatilidad, que en su opinión no tiene por qué ser terreno vedado al inversor particular, que sí tendrá que estar habituado en todo caso a las curvas del mercado. El fondo Seeyond Volatility Strategy se anota una rentabilidad del 18,2% en lo que va de año
- R. ¿Por qué la volatilidad no ha recuperado aún los niveles previos al estallido de la pandemia, a pesar de la estabilidad en el mercado y del rally desde los mínimos de marzo?
- R. El S&P 500 ha marcado nuevos máximos recientemente, pero esta recuperación sólida y rápida ha venido acompañada de movimientos diarios de los mercados considerablemente más grandes. Antes de la pandemia, el S&P 500 se movía de media un 0,6% al alza o a la baja cada día, mientras que ahora el movimiento diario es de alrededor del 1,3%. Estas mayores oscilaciones diarias del mercado justifican esos mayores niveles de volatilidad. Obviamente, la incertidumbre prevista durante el próximo mes debido a las elecciones estadounidenses, el Brexit, la segunda oleada de la pandemia...provocan que la volatilidad implícita se mantenga en cotas superiores a las de la volatilidad histórica.
- R. ¿Es posible la continuidad del alza bursátil ante eventos como las elecciones en EE UU o la cuenta atrás para el Brexit?
- R. No puede descartarse un fuerte rebote de la renta variable, que podría originarse en un nuevo tratamiento más eficaz contra el Covid en forma de vacuna disponible para su distribución masiva antes de lo previsto. En este escenario, el fuerte rebote probablemente también desencadenaría una gran rotación hacia los valores de perfil value y cíclicos en detrimento de los valores de crecimiento, sobre todo a la vista de la masificación que se observa actualmente en estos últimos. Generalmente, estas grandes rotaciones suelen agitar las Bolsas y casi con toda probabilidad deberían dar lugar a una tendencia alcista con sobresaltos, más que a un repunte fuerte y generalizado de los mercados. Riesgos como las elecciones estadounidenses y el Brexit también deberían poner coto a la renta variable hasta que tengamos más certezas.
- R. ¿Hay alguna posibilidad de regresar a los niveles cercanos a los 80 puntos del Vix vistos en marzo?
- R. Haría falta, en primer lugar, un entorno inestable, algo que generalmente es fruto de un exceso de endeudamiento y riesgos ocultos tras muchos años de tranquilidad en los mercados; en segundo lugar, se necesita una “incógnita desconocida” que obligue a purgar todo ese exceso de endeudamiento y ese riesgo oculto. Actualmente, todas las noticias relacionadas con la pandemia, las elecciones estadounidenses o el Brexit son “incógnitas conocidas”, por lo que se necesitaría una nueva fuente de riesgo para provocar un gran repunte de la volatilidad. Y lo más importante: una gran parte del exceso de endeudamiento ha desaparecido desde marzo. Generalmente, se tarda mucho en volver a conseguir ese nivel de apalancamiento. En este contexto, no creo que podamos ver un Vix en 80 puntos a corto plazo.
Antes de marzo, el S&P se movía de media cada día un 0,6% al alza o a la baja. Ahora el movimiento diario es del 1,3%
- R. Como gestores especializados en volatilidad, ¿qué posiciones están tomando? ¿Cómo gestionaron el repunte vivido en marzo?
- R. Las estrategias de volatilidad de Seeyond utilizan productos muy sencillos, pero optimizándolos mucho. Únicamente recurrimos a opciones y futuros líquidos y cotizados en los grandes índices bursátiles, como el S&P 500 y el Euro Stoxx 50, que son muy líquidos incluso en periodos de crisis. Contamos con una estrategia larga en volatilidad que aspira a beneficiarse de fases volátiles. Se benefició mucho del pico de volatilidad de marzo y aseguró la mayor parte de las ganancias cuando la volatilidad alcanzó nuevos máximos. A finales de septiembre, esta estrategia mantenía un posicionamiento de compra moderada de volatilidad, ya que esta sigue estando en niveles relativamente elevados. También contamos con una estrategia centrada en la prima de riesgo de la volatilidad, por la que vendemos volatilidad de manera estructural para generar rentabilidades a largo plazo. Esta estrategia registró pérdidas en marzo, pero se recuperó rápidamente.
- R. ¿Qué cautelas es necesario tomar antes de invertir en un producto de este tipo? ¿Son demasiado peligrosos para un cliente minorista?
- R. Lo más importante a tener en cuenta cuando se invierte en una estrategia de volatilidad es el comportamiento general de esta en diferentes entornos de mercado. El inversor debe poder confiar en cómo la estrategia registrará ganancias o pérdidas en tiempos de crisis, y, para conseguirlo, la estrategia tiene que estar bien calibrada y con un factor muy importante: debe contener el menor “riesgo oculto” posible. Suele ayudar mucho fijarse en una trayectoria en tiempo real en fases de tensiones y, en ese sentido, los últimos tres años han sido un buen banco de pruebas. Las estrategias de volatilidad bien calibradas pueden ofrecer un perfil de riesgo-rentabilidad intuitivo, por lo que no hay razón para restringir el acceso de los clientes minoristas.