Una oportunidad para impulsar la actividad y el empleo en la vivienda
La rehabilitación de viviendas es una de las siete áreas de actividad que recibirán fondos de ayuda europea para afrontar la crisis del Covid-19
La decisión de la Comisión Europa de incluir la rehabilitación de viviendas entre las siete áreas de actividad que recibirán fondos de ayuda para afrontar la crisis del Covid-19 abre un horizonte de posibilidades para el sector. El objetivo de Bruselas es promover la eficiencia energética en la renovación deel parque residencial europeo dentro del proceso de descarbonización en que está inmersa la economía de la zona euro. En España hay 10 millones de inmuebles que cumplen las condiciones necesarias para poder beneficiarse de esas ayudas, dado que la mayor parte de ellas fueron construidas antes de la entrada en vigor de la primera directiva europea sobre eficiencia energética, en el año 1979, y un 92% lo hicieron antes de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación, en 2006. Solo un 4% del parque residencial cuenta en España con un certificado de certificación energética.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), diseñado por el Gobierno antes del estallido de la pandemia, ya preveía rehabilitar 1,2 millones de inmuebles antes de 2030 y de seguir ese mismo ritmo alcanzar los 3,6 millones en 2050. La brecha que media entre esa cifra y el total de diez millones de casas que necesitan ser renovadas exigiría aumentar el ritmo de rehabilitación hasta alcanzar la tasa que recomienda la UE, que es del 3% anual. La potente partida de fondos europeos que España recibirá de Europa, un total de 140.000 millones de euros, de los cuales algo más de lo mitad serán transferencias a fondo perdido, suponen una oportunidad para acometer esa tarea, aunque la cuantía disponible dependerá finalmente del peso que tengan estos proyectos en el reparto de las ayudas.
La rehabilitación de vivienda como actividad económica tiene dos grandes ventajas. Por un lado, contribuye al cumplimiento de los objetivos de eficiencia energética y descarbonización asumidos por España, mientras que por otro, se trata de un sector que emplea mano de obra intensiva, lo cual es fundamental en el oscuro horizonte que afronta la economía. Desde el sector se calcula que impulsar esa actividad podría crear s 400.000 nuevos puestos de trabajo, una cifra que el Gobierno rebaja a 200.000, solo durante los dos primeros años de puesta en marcha del plan de renovación. Se trata en cualquier caso de una clara oportunidad que España no puede desaprovechar y que exige diseñar proyectos eficientes, serios y profesionales capaces de beneficiarse de los fondos europeos para impulsar la actividad y crear empleo al tiempo que recuperan bajo croterios ambientales el parque inmobiliario español.