Los escollos que van a retrasar el acuerdo de prórroga de los ERTE
Limitar estos ajustes al sector turístico y cultural divide a las partes y UGT denuncia “injerencias” de Economía y de Turismo
"Las posturas se están enconando mucho y el acuerdo no se percibe ni fácil ni rápido”. Esto es lo que decían ayer fuentes conocedoras de la marcha de las negociaciones para prorrogar las condiciones especiales para prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), previsiblemente hasta el 31 de enero.
Precisamente esta fecha es de las pocas cuestiones sobre las que podría haber algo de acuerdo entre las partes que están negociando esta prórroga: los Ministerios de Trabajo y de Seguridad Social, por un lado, y los sindicatos y la patronal, por otro.
El sindicato UGT denunciaba ayer cuáles son los dos principales escollos que han bloqueado la negociación y ambos parten fundamentalmente de propuestas del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Por un lado, está la intención de este departamento, que dirige José Luis Escrivá, de delimitar esta herramienta a determinados sectores económicos solo relacionados con el turismo. Y, en segundo lugar, la intención del ministro de mantener el actual esquema de exoneraciones de cotizaciones empresariales, que bonifica en mayor medida las cuotas por aquellos trabajadores que salen de ERTE en lugar de concentrarlas en aquellos que no se reincorporan.
Pero desde UGT fueron más allá y atribuyeron el citado bloque en las conversaciones a las “injerencias” de los Ministerios de Asuntos Económicos y de Industria, Turismo y Comercio para que los ERTE se sectorialicen y a la “cerrazón” del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones por enfocar las exoneraciones de cuotas en los trabajadores que vuelven a la actividad.
En la actualidad existen unos 600.000 trabajadores en ERTE de fuerza mayor y los últimos documentos manejados en esta negociación precisaban una serie de sectores de la clasificación de actividades (CNAE) cuyos trabajadores podrían seguir en este tipo de ajustes. Si bien estos sectores estaban relacionados principalmente con el turismo, la aviación y la cultura.
Pero además, la propuesta que se maneja establece dos fórmulas que amplían la posibilidad de mantener estos ERTE en otras empresas estrechamente vinculadas a alguno de los sectores que seguirán protegidos. Estas fórmulas no terminan de convencer ni a la patronal ni a UGT al considerar que la dificultad de establecer estos vínculos ante la autoridad laboral dejaría fuera a la práctica totalidad de las empresas que lo solicitaran.
Otras dos cuestiones sobre las que no hay acuerdo cerrado tienen que ver, de un lado, con el mantenimiento o eliminación de la cláusula de garantía que obliga a las empresas a mantener el empleo durante seis meses desde el final del ERTE o desde la fecha de la primera incorporación de uno de sus trabajadores. De otro lado, afecta a la eliminación de la cláusula que impide despedir de forma objetiva a los trabajadores alegando la pandemia. La patronal viene exigiendo ambas cuestiones.
Ayudas
En cuanto a la protección de los trabajadores podría ser, en parte, más susceptible de ser acordada, aunque de momento, tampoco lo está. Así, el pacto podría incluir algún tipo de reposición de la prestación de desempleo (contador a cero) a los afectados por ERTE hasta el 31 de enero y las bases reguladoras de los empleados en ERTE podrían no disminuir del 70% al 50% a partir del sexto mes de cobro. Pero más allá de esta cuestión vuelven a surgir los problemas en la extensión de un subsidio extraordinario de unos 430 euros para los parados que hayan agotado su prestación en la pandemia.
En definitiva, el acuerdo, inicialmente previsto para esta semana, no se presenta cercano. Los negociadores no querían agotar el tiempo de negociación que termina el 30 de septiembre, cuando vence la vigencia de los ERTE actuales, pero todo apunta a que aún quedan varias y largas jornadas de negociación.