El déficit público cierra el primer semestre por encima del 6% por la pandemia
El agujero fiscal del estado llega al 5,4% en julio con una caída del 15,8% en los ingresos y un incremento del gasto del 21,4%
La pandemia del coronavirus ha terminado por romper las costuras del agujero fiscal español incrementado el déficit consolidado de las administraciones públicas, excluyendo a las corporaciones locales, hasta el 6,12% del PIB a cierre del primer semestre de 2020 frente al 2,8% con el que se cerró 2019.
Así lo ha notificado este jueves el Ministerio de Hacienda en un comunicado en el que destaca que “los datos recogen el impacto sobre las operaciones realizadas por el conjunto de las Administraciones Públicas en un contexto económico y social extraordinario ante la situación de emergencia por la pandemia”.
El Ministerio destaca que el déficit de las comunidades modera su déficit hasta el 0,6% del PIB gracias a la financiación procedente del Estado para garantizar su liquidez, mientras que en el caso de la Seguridad Social el agujero se reduce hasta el 0,22% del PIB debido a las transferencias recibidas para cubrir su fuerte gasto en prestaciones durante la crisis.
En el caso del déficit del Estado hasta el mes de julio, el déficit aumenta hasta el 5,4% en términos de contabilidad nacional, alcanzando los 60.413 millones de euros. El déficit primario, descontados los gastos en intereses, el agujero se contendría hasta el 4,2% del PIB.
Hacienda explica que semejante agujero se debe tanto a la fuerte caída en los ingresos públicos como consecuencia de la parálisis de actividad impuesta para contener la pandemia, con una rebaja del 15,8% en los recursos, como por el elevado incremento del gasto público, del 21,4%, a fin de apoyar a las regiones, la Seguridad Social y la Sanidad, entre otras partidas relacionadas con la pandemia.
Gastos e ingresos
Así, caen un 14% los ingresos derivados de impuestos sobre la producción y las importaciones, entre los cuales el IVA baja un 16,4%, hasta los 37.353 millones por la menor actividad y la caída de ventas, así como la eliminación de este tributo sobre material sanitario adquirido por hospitales.
A su vez, los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio descienden un 25,8%; el Impuesto sobre Sociedades baja un 14,0% y el IRPF un 29,4%, en gran parte por el mejor resultado a favor de las comunidades de la liquidación de 2018.
Caen también un 78,5% los impuestos sobre el capital mientras que las cotizaciones sociales se ven mermadas un 0,9%. Los dividendos y otras rentas caen un 33,4% así como los intereses, que disminuyen un 18,2%.
Del lado de los gastos, el monto ascendió a 156.129 millones hasta cierre de junio, especialmente por las transferencias realizadas a favor de regiones y de Seguridad Social.
Las actualizaciones de las entregas a cuenta o el pago de un primer tramo de 6.000 millones del fondo no reembolsable de 16.000 millones de euros dirigidos a fortalecer a las regiones ante la embestida del coronavirus explican buena parte del sobreesfuerzo.
“Además de este aumento en las transferencias del sistema de financiación, las CCAA han recibido, entre otros, 206 millones destinados a la cobertura de gastos originados en el Sistema Nacional de Salud, 300 millones al Fondo Social Extraordinario para la financiación de prestaciones básicas de los servicios sociales, 25 millones al Fondo de alimentación, 10 millones por medidas excepcionales por el COVID-19 en el sector ganadero y 447 millones de subvenciones al Plan Estatal de Vivienda”, añade Hacienda.