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La fusión es el modelo para los golpeados bancos de la UE

La unión CaixaBank-Bankia parece oportunista, pero tiene un sentido extraordinario

Banderas de la UE, España, Comunidad Valenciana y Caixa ondeando en los balcones de la sede de Caixabank, en Valencia
Banderas de la UE, España, Comunidad Valenciana y Caixa ondeando en los balcones de la sede de Caixabank, en ValenciaRober Solsona (Europa Press)

Los bancos españoles están tomando la delantera en un terreno que muchos de sus rivales de la Unión Europea han temido pisar. CaixaBank y la estatal Bankia anunciaron el jueves por la tarde que estaban en conversaciones sobre un acuerdo que crearía el mayor prestamista nacional del país, con 664.000 millones de euros de activos. Esta fusión doméstica ofrece la mejor manera de proteger los beneficis frente a los efectos de los tipos de interés negativos y de las deudas incobrables inducidas por la pandemia.

Aunque los detalles son escasos, el Gobierno español espera que su participación del 62% en Bankia (consecuencia de un rescate público en 2012) se reduzca a alrededor del 14% de la entidad combinada, según fuentes cercanas. Eso implica que la mucho más grande CaixaBank ofrece poca (si es que la hay) prima por lo que en la práctica sería una adquisición.

El movimiento parece oportunista dada la dura recesión de España. Incluso después de una subida de un cuarto el viernes por la mañana, las acciones de Bankia están valoradas a solo 0,3 veces el valor contable tangible del banco, muy por debajo de las 0,6 veces de CaixaBank.

Aun así, el acuerdo tiene un sentido extraordinario. La combinación Caixa-Bankia tendría el 30% del mercado español, según los analistas de Jefferies, superando a Banco Santander. Cerrar las sucursales que se solapan y eliminar otros costes duplicados aumentaría la rentabilidad. Supongamos que CaixaBank pueda reducir los gastos operativos de Bankia en 2019 en un 40%. Gravadas y capitalizadas, esas sinergias tendrían un valor actual de unos 4.000 millones de euros, según nuestros cálculos, que asumen 1.800 millones de euros de costes de integración. Eso equivale aproximadamente al valor actual de mercado de Bankia.

Hasta el viernes por la mañana, Bankia valía 8.500 millones de euros menos que su valor contable tangible a finales de junio. Un acuerdo alcanzado a ese precio crearía una plusvalía que podría ayudar a cubrir los costes de integración y, si los reguladores lo permiten, aumentar el 12,3% de ratio de capital ordinario Tier 1 de CaixaBank.

Dada la implicación del Gobierno español, el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, se enfrentará a una difícil tarea al tener que hacer frente a los cierres de sucursales y a la pérdida de puestos de trabajo.

Pero las persistentes consecuencias de la pandemia hacen que la presión para la concentración empresarial sea difícil de resistir. España ha tendido a liderar a los países europeos en el fomento de las fusiones de bancos nacionales. Otros países de la Unión deberían tomar nota.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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