Imaz asegura que la pandemia supondrá un freno para la descarbonización
El presidente de BP, Luis Aires, vaticina que la demanda de carburantes no volverá a los niveles pre-Covid
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, considera que el estallido de la crisis económica derivada del coronavirus podría suponer un freno para el proceso de descarbonización en el que trabajan tanto el Gobierno de España como las instituciones europeas, como consecuencia de la merma de los recursos públicos que destinar a estas políticas.
"Lo de que vamos a salir más fuertes, más descarbonizados, con más transición energética y resto de tendencias buenas, ojalá, ya me gustaría a mí. Tras el Covid, las administraciones van a tener menos dinero en todo el mundo para poner en marcha todas estas políticas encaminadas a las nuevas tecnologías", ha señalado Imaz en el V Foro de Energía de El Economista, quien se ha distanciado así de los mensajes como el de que "saldremos más fuertes", al que se ha referido Imaz mostrándose escéptico sobre su efectividad.
En concreto, ha argumentado que si este año las ventas de vehículos en España caerán un 28%, el parque de vehículos nacional será más antiguo y contaminará más, algo similar a lo que ocurrirá en la renovación de la flota de aviones de las aerolíneas.
No obstante, ha insistido en que Repsol sigue apostando por los proyectos renovables, volcando al sistema próximamente 700 nuevos MW de producción renovable y defiende la aceleración de la transición energética, aunque matizando que esto no sucederá "por tendencia natural de la pandemia", sino con el esfuerzo de todos y dejando que todas las fuentes de energía compitan, ya que "todas son necesarias".
Por otra parte, sí se ha mostrado optimista sobre la recuperación económica y la demanda de carburantes, al contrario que el presidente de BP, Luis Aires, que defendía en el mismo foro que esta ha tocado techo.
Imaz ha explicado que, excluyendo el turismo internacional de la comparativa, el movimiento de nacionales fue incluso superior al registrado en el verano del año pasado, por lo que cree que la recuperación "ha sido muy rápida", por el auge del uso del coche privado y por el crecimiento del comercio online que pone más furgonetas y camiones en las carreteras.
Pesimismo de BP
Luis Aires consideró que la recuperación de la demanda de carburantes en las estaciones de servicio españolas ya ha llegado a su pico, tras la abrupta caída registrada desde que en marzo se decretase el estado de alarma para frenar la expansión del virus y contener los contagios. Y añadio que "la demanda nunca volverá a registrar los niveles que se alcanzaron antes del estallido de la crisis económica derivada del coronavirus.
La peor semana desde el inicio del confinamiento se vivió a principios de abril, cuando esta demanda cayó un 80% respecto al mismo periodo del año pasado, momento en el que toda la industria no esencial tuvo que paralizar sus operaciones ante la dramática situación sanitaria por la que atravesaba el país.
Desde entonces, la recuperación fue del 5% cada semana hasta el verano, cuando la demanda se ha estabilizado, estancándose ahora entre un 10% y un 15% de caída respecto al año pasado, un dato que Aires cree que es estructural y es en el que se quedará a partir de ahora.
El ejecutivo de BP ha explicado que se da una combinación de factores que explica que el pico de la demanda de carburantes en España ya se ha quedado atrás, debido al estallido de esta última crisis económica, la mayor eficiencia de los motores de combustión interna y la llegada de los vehículos eléctricos.