Vuelta al cole bursátil con los mismos miedos
Los rebrotes y restricciones de agosto amenazan con revisar a la baja el escenario macro previsto para el conjunto del año
La economía mundial continúa moviéndose en la cuerda floja, en tensión permanente ante la evolución del coronavirus. El final del confinamiento facilitó un inevitable rebote de la economía en los meses de junio y julio, pero el balance final de cómo será el tercer trimestre del año –y cuál puede ser por tanto el alcance económico de la pandemia este año– se está viendo impactado por el renovado aumento de los contagios y las sucesivas restricciones. La situación es especialmente preocupante en España, que supera los 400.000 contagios desde el inicio de la pandemia y se ha situado como el país europeo con más afectados.
El derrumbe de la economía española en el segundo trimestre ha sido fulminante: del 18,5%, el más profundo de la zona euro y solo superado por el 20,4% del Reino Unido. La evolución de la pandemia en las próximas semanas, ni siquiera en los próximos meses, va a ser por tanto determinante para saber si se cumple o no el incierto guion de una caída profunda del PIB este año y una recuperación posterior en 2021 o si la perspectiva será más incierta y crítica todavía.
España parte en una situación de desventaja. El elevado nivel de contagios golpea sobre una economía más vulnerable por su elevada temporalidad y que va a disparar en esta crisis su déficit público y su endeudamiento. Pero la incertidumbre es generalizada en este atípico regreso a la nueva normalidad tras el verano.
En una vuelta al cole sin precedentes, las referencias obligadas para el inversor van a seguir siendo las mismas: la evolución de la pandemia, los avances para el logro de la vacuna, los estímulos monetarios de los bancos centrales y las medidas fiscales de los gobiernos. A esto se sumará la volatilidad por las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre, en un mercado que ya ha quedado marcado a fuego por la pandemia y en el que el interés por la tecnología y por la inversión sostenible se han consolidado sin discusión.
La continuidad de los apoyos monetarios y fiscales será clave en un entorno dominado por la incertidumbre sobre la pandemia
“El Covid-19 puede haber venido para quedarse. Puede que tengamos que vivir con el virus sin lograr el grado de inmunidad vista en otras enfermedades infecciosas, como la viruela”, advierten desde S&P.
Así, ante los rebrotes y mientras la vacuna está por llegar –sin ni siquiera certezas de que logre una inmunidad efectiva–, los expertos económicos han comenzado a replantearse lo que puede estar por venir el resto del año. “Estamos reconsiderando el escenario, pensábamos que en el tercer trimestre se recuperaría una parte de lo perdido pero ahora hay un impacto directo sobre el turismo extranjero y otro indirecto sobre la confianza de los consumidores. A más incertidumbre, menos gasto”, reconoce a propósito de España Raymond Torres, director de coyuntura y análisis internacional de Funcas.
Si su previsión inicial para el tercer trimestre era de un rebote del 15%, ahora lo reduce al entorno del 10%, lo que supondrá una caída del PIB en el conjunto del año más profunda, de alrededor del 12%. “Las prioridades en política económica deben ser ahora el control sanitario de los rebrotes y una vuelta al colegio segura, que dé certidumbre”, añade Torres. El alza del desempleo es de hecho la gran amenaza, ante lo que el Gobierno español ya ha reconocido que los ERTE se podrían prorrogar para algunos sectores.
La prolongación de esos esquemas de protección es clave para que los trabajadores que han perdido su empleo de forma temporal no lo pierdan de forma definitiva. El BCE ya ha alertado de que el pico de desempleo en la zona euro a causa de la pandemia podría alcanzarse no este año sino en 2021 cuando vayan retirándose esos esquemas de protección. “Una retirada prematura de las políticas de apoyo, una crisis sanitaria más persistente y una normalización más lenta de la demanda dejarían cicatrices más profundas en la economía europea”, añaden desde Goldman Sachs.
El escenario económico en el que tomar decisiones de inversión sigue siendo por tanto extremadamente incierto y cambiante. Desde Natixis IS, señalan que hasta el momento Europa ha hecho una mejor gestión de la crisis sanitaria que Estados Unidos, pero apuntan que pese a los positivos esfuerzos de integración en la zona euro, con el fondo de reconstrucción, el desempleo podría crecer de forma gradual, mientras decae en EE UU. “Además, los resultados han demostrado ser más sólidos en EE UU, en parte gracias a un sector tecnológico muy fuerte”, añaden.