Rolls-Royce anuncia la posible venta de ITP Aero tras perder 5.900 millones
La división española registró una caída del 24% de los ingresos en el semestre
Rolls-Royce ha sufrido una pérdida récord de 5.400 millones de libras (5.900 millones de euros) en la primera mitad del año, castigada por el hundimiento de la demanda en el sector aéreo y por cargos financieros. Para capear el mal momento y reforzar su balance, la empresa ha adelantado ventas de activos, entre las que figura como destacada la de ITP Aero.
Además de la caída de ingresos por el hundimiento de la demanda de aviones, la firma industrial ha registrado pérdidas extrarodinarias al tener que cancelar contratos de cobertura de divisas innecesarios ante la caída de las ventas, además de haber provisionado el valor de la división de motores a reacción, principal negocio de la empresa.
"Hemos identificado una serie de posibles ventas de activos que esperanos generen ingresos de más de 2.000 millones de libras [2.200 millones de euros], incluyendo ITP Aero y otra serie de activos", indicó la firma británica. ITP cerró el semestre con unos ingresos de 240 millones de euros, un 24% menos que el año anterior, y el resultado neto bajó un 70% a apenas nueve millones, también con caídas de márgenes.
La empresa cita "un impacto significativo del coronavirus, particularmente en los programas de aviones de fuselaje ancho", indica Rolls-Royce en su presentación. Las caídas han sido, en todo caso, algo superiores en el segmento de aviación militar de ITP, un 27%, frente al 20% de la aviación civil, que en todo caso supone el 80% del negocio. Los ingresos por servicios bajan el 52%. La firma está "explorando opciones para aumentar el alcance de las capacidades y el valor de ITP como parte de una potencial venta", indica.
La empresa entabló en julio conversaciones con varios fondos para la venta, según publicó el diario Daily Telegraph, que no aportó valoraciones. Antes de la pandemia, también negoció con Indra, operación que valoraba ITP en torno a los 1.500 millones.
Además de las ventas de activos, Rolls Royce está también cerrando instalaciones y recortando empleos, ante la prevista caída de la demanda de aviones de largo alcance en los próximos años. La empresa anunció 9.000 despidos, de los que 4.000 ya se han llevado a cabo. Las acciones de Rolls han caído un 63% este año.