El fabricante de componentes para coches Infun prevé doblar facturación tras la pandemia
En 2019, la empresa catalana cuadriplicó beneficio, hasta 12,3 millones de euros
Grupo Infun, fabricante de componentes para automóviles propiedad del Grupo Industrial Saltillo (GIS), prevé salir fortalecido de la pandemia.
La compañía catalana estima alcanzar para 2021 una facturación de 224 millones de euros, lo que supondrá un incremento del 94,4% respecto a los 115,2 millones que ingresó en 2019, año en el que cuadriplicó su beneficio frente al ejercicio precedente, hasta 12,3 millones, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
Con el fin de seguir creciendo, Infun, fundada en 1987, puso en marcha el año pasado acciones enfocadas a continuar la estrategia de globalización del Grupo GIS, que se basaron en la experiencia fuera de Europa y el conocimiento de clientes locales en China.
Además, la compañía, que también se centró en reducir su exposición al riesgo comercial, señala en su informe de gestión que las firmas de acuerdos a largo plazo con clientes como Schaeffler le permitirán mayores sinergias.
Por otro lado, destaca que recibió pedidos de fabricantes como Volkswagen, MAN y ZF, que tendrán un “gran impacto” en su cifra de ventas a partir del año que viene. Infun compró en 2019 líneas y maquinaria para cubrir las nuevas necesidades de ampliación de pedidos. La compañía explica que no es capaz de realizar un estimación del impacto presente y futuro que tendrá sobre su negocio el Covid-19.
No obstante, con el fin de mitigar las consecuencias, ha presentado ERTE en las plantas de las sociedades participadas Fundiciones Miguel Ros, Casting Ros, Infun Services e Infun For, así como en la propia sociedad. También interrumpió la producción en la planta de la sociedad vinculada Altec Engineering y en la factoría de la sociedad participada Manteniment Foneria, desde el 30 de marzo hasta el 9 de abril.
Alonso Agüera vendió Infun a GIS, de origen mexicano, en 2016 por alrededor de 220 millones de euros, según se recoge en las cuentas de la compañía. De esa cifra, 100 millones de euros quedaron pendientes de cobro para un plazo de dos años que se cumplió a finales de 2018.