Trump responde al Sputnik V de Putin con un contrato de 1.300 millones para Moderna
EE UU se garantiza 100 millones de dosis si el producto tiene éxito Previamente el Kremlin había aprobado su propia vacuna
El presidente de EE UU Donald Trump apareció raudo ante los medios de comunicación en la noche del martes ante el efecto propagandístico de su homólogo ruso Vladimir Putin diciendo que habían aprobado la primera vacuna del mundo frente al coronavirus, llamada Sputnik V. Trump sacó la chequera y anunció que pagaba 1.500 millones de dólares (1.300 millones de euros) por 100 millones de dosis de la vacuna experimental de la biofarmacéutica Moderna, que vio impulsada de nuevo su cotización en el inicio de la sesión de Wall Street ante la noticia.
Trump, en pleno periodo preelectoral, avanzó que su Gobierno está “muy cerca” de aprobar la vacuna. Sin citar el logro del Kremlin, desde la Casa Blanca se refirió a los recursos ingentes que EE UU está destinando al desarrollo de estos productos por parte de varias multinacionales farmacéuticas. “Estamos invirtiendo en el desarrollo y fabricación de las seis principales candidatas para asegurar su rápida distribución, y las Fuerzas Armadas están listas para entregar la vacuna a los estadounidenses tan pronto como la primera esté del todo aprobada”, aseveró el presidente. “Y estamos muy cerca de esa aprobación”.
El Gobierno de Trump, de hecho, se ha convertido en el verdadero pulmón financiero de los mayores avances en la esperanza frente al SARS-CoV-2. Su Administración puso en marcha la operación Warp Speed (o velocidad máxima) para financiar el desarrollo de vacunas, tratamientos y herramientas de diagnóstico con unos fondos totales de 10.000 millones. Eso ha servido para que los laboratorios impulsen su investigación y prueben con miles de pacientes a lo largo del mundo.
Moderna es una de esas empresas beneficiadas. Las otras son Janssen, MSD, la británica AstraZeneca (junto a la Universidad de Oxford), Pfizer, Vaxart, Inovio y Novavax. En el caso de Moderna, el anuncio de ayer supone pagar cada dosis a 15 dólares, lo que conlleva que la vacunación completa con las dos dosis costará 30 dólares. Aunque en realidad el Gobierno de Trump ya fondeó previamente con otros 955 millones dólares en subvenciones a la compañía.
La vacuna de Moderna es una de las más avanzadas en el mundo en pruebas con personas, según el listado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con fecha a 10 de agosto. Su producto experimental mRNA-1273 se encuentra entre los 28 que ya se testan en humanos y, en concreto, es unos de los seis en la última fase (inmunizando a miles de voluntarios) antes de su aprobación por las autoridades sanitarias. Gracias a ese contrato de suministro, los títulos de Moderna llegaron a subir cerca de un 10% al inicio de la sesión, aunque más tarde se estabilizaron.
Trump prometió que en el momento en el que una de las candidatas sea aprobada ya estarán disponibles 100 millones de dosis para vacunar a los estadounidenses y también apuntó a que “poco después” se producirán 500 millones más.
Aunque Trump ni se refirió ni fue preguntado por la vacuna rusa, sí lo hizo su secretario de Salud, Alex Azar: “El punto no es ser los primeros, el punto es tener una vacuna segura y efectiva para los estadounidenses y para la gente en el mundo” y reclamó al Kremlin “datos transparentes”.
Putin había anunciado horas antes que aprobaba Sputnik V, despertando recelos en la comunidad internacional, ya que ese producto tan solo se ha probado en 38 voluntarios y, según la OMS, se encuentra en la fase I de ensayos clínicos por lo que todavía debería probar la seguridad y eficacia en miles de personas. El Ejecutivo ruso confía que a finales de agosto o comienzos de septiembre esté disponible las primeras dosis de la vacuna, que irán destinadas al personal sanitario. El resto de los ciudadanos podrá tener acceso a la vacuna a partir del 1 de enero próximo.
Avances para Pfizer
Vacuna. La candidata a vacuna desarrollada por Pfizer ha demostrado inducir una robusta respuesta inmunológica en un ensayo clínico preliminar realizado con 45 adultos sanos de 18 a 55 años y cuyos resultados se publicaron este miércoles en la revista Nature. La llamada provisionalmente como BNT162b1 es la más prometedora de las cuatro desarrolladas por la farmacéutica estadounidense y la empresa alemana BioNTech. Este producto se encuentra en fase II, por lo que le faltaría avanzar una etapa más de estudios con miles de voluntarios.
Resultado. El estudio constata que el BNT162b1 era, por lo general, bien tolerado, aunque algunos participantes experimentaron, efectos secundarios de leves a moderados, que aumentaron con el nivel de la dosis. Los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 permanecían 21 días después de la primera vacunación.