El Ibex firma su mejor sesión en un mes con la prima en niveles prepandemia
El selectivo español sube un 2.97% y recupera los 7.200 puntos
Los inversores, cansados de las malas noticias, aprovechan cualquier rayo de luz o ausencia de malas referencias para dejar a un lado la corriente vendedora y elevar su apetito por el riesgo. Eso es lo que sucedió hoy en las Bolsas europeas, unos ascensos que se intensificaron en el Ibex 35. Esta vez, y en contra de lo que ha venido aconteciendo en los últimos tiempos, la Bolsa española no quedó rezagada, sino que destacó junto a la italiana al frente los ascensos. El selectivo español, que desde primera hora de la jornada se había sumado a las ganancias, siguiendo la estela del resto de índices europeos y emulando el comportamiento de las Bolsas asiáticas, aceleró las subidas a medida que avanzaba la jornada para concluir finalmente con un ascenso del 2,97%.
La de hoy es la mayor subida del índice español desde el pasado 2 de julio, jornada en la que se anotó un 3,75%, y sirvió para que el índice español, que el lunes recuperó la barrera los 7.000 puntos, se alzara por encima de los 7.200, su nivel más alto en dos semanas y media.
El resto de índices europeos no quisieron dejar pasar la oportunidad de sumarse a las ganancias. El Mib italiano avanzó un 2,84%; el Cac francés, un 2,41%; el Dax alemán, un 2% y el FTSE británico, un 1,7%. Las ascensos, que al cierre de los mercados europeos tenían su replica al otro lado del Atlántico, se convirtieron en descensos el término de la jornada. El Dow Jones cedió un 0,38%; el S&P 500, un 0,80% mientras el Nasdaq cayó un 1,69%, castigado por las tensiones entre EE UU y China, un conflicto diplomático que vuelve a situar a las tecnológicas en el punto de mira.
Varios fueron los catalizadores que explicaron este buen desempeño, pero por encima de todos destacaron las expectativas de acuerdo entre republicanos y demócratas para la puesta en marcha de un nuevo plan de estímulo, el quinto ya desde el estallido de la pandemia. Después que el fin de semana el presidente de EE UU, Donald Trump, prorrogara las ayudas a los desempleados, la suspensión del impuesto a la nómina y la moratoria a los desalojos ante el bloqueo del Congreso, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, señaló el lunes que la Casa Blanca está abierta a seguir negociando con los Demócratas y a poner más dinero “encima de la mesa”.
Aunque las posturas están muy alejadas David Ardura, director de inversiones de Gesconsult, se muestra optimista y explica que a diferencia de Europa donde existe una disparidad de criterios e intereses, en el caso de EE UU el objetivo que persiguen ambos partidos es impulsar la recuperación de la economía, algo que podría verse acelerado con el nuevo plan de estímulos fiscales.
La mejora de los indicadores macroeconómicos y las noticias sobre la carrera farmacológica por hacerse con una vacuna fueron los otros ingredientes que sostuvieron los ascensos. Desde el punto de vista macro la buena noticia del día llegaba desde Alemania donde la confianza inversora repuntó 12,2 puntos en agosto, hasta 71,5 puntos, el nivel más alto desde enero de 2004 ante las expectativas de una pronta recuperación. En el lado de la ciencia las miradas estuvieron puestas en Rusia que ha aprobado su vacuna, un proyecto que genera muchas dudas entre la comunidad internacional pues su investigación aún no se ha publicado en revistas científicas de primer nivel, a diferencia de lo que sí ocurre con el proyecto en el que trabaja Moderna o el que desarrolla la universidad de Oxford. Estas noticias en un momento en el que la evolución de la pandemia parece que empieza a estar controlada en EE UU, impulsaron a los inversores a incrementar su apetito por el riesgo.
A pesar de la euforia que recorrió vivida hoy en los mercados Nuria Álvarez, analista de Renta 4, aconseja prudencia porque las valoraciones continúan en niveles muy exigentes y los riesgos persisten. “Nos parece pronto para que la rotación hacia los cíclicos sea sostenida a falta de mayor visibilidad sobre la evolución de la pandemia y del ritmo e intensidad de la recuperación económica”, afirma la experta. "La falta de dirección en los mercados durante las últimas semanas, que hace más importante si cabe monitorizar de cerca las carteras para poder adaptarnos con flexibilidad, aprovechando potenciales tomas de beneficios para ir incorporando de forma gradual y con una visión de medio plazo posiciones en algunos valores más vinculados al ciclo y que puedan emerger de la situación actual como ganadores a largo plazo", añade.
Algo más optimista se muestra Ardura que afirma que si bien no se puede descartar una corrección, de producirse esta sería acotada en el tiempo porque los catalizadores que han impulsado la recuperación (la política monetaria y la política fiscal) "no van a desaperecer". Diego Morín, analista de IG, no se descarta que la fuerza existente pueda generar nuevos máximos históricos, y más si se obtienen pronto las tan ansiadas vacunas, pero llama a la calma a los inversores, ya que se está creando una especie de burbuja global a nivel de deuda que puede sacudir bastante los mercados en los siguientes meses.
De regreso a la Bolsa española los valores vinculados al turismo fueron los más alcistas de la Bolsa española –Meliá sumó un 9,43%; IAG, un 8,41% y Amadeus, un 7,29%– pero no los que más puntos aportaron al selectivo. Esta tarea recayó en Inditex, que subió un 4,66% y contribuyó con 37,2 puntos, Santander (5,71% y 34 puntos), Amadeus (28,3 puntos) y BBVA (4,54% y 14,77 puntos). Solo Cellnex, que en el año sube un 45% y lidera las ganancias, concluyó con una caída del 0,69%.
El mayor apetito de los inversores por el riesgo se tradujo en un trasvase de los flujos de dinero de la renta fija a las Bolsas. El resultado de ello fue el repunte, aunque ligero de las rentabilidades. El bono español a diez años, que a lo largo de la jornada llegó a caer a niveles prepandemia, concluyó la sesión en el 0,28%, frente al 0,25% del día anterior. Por su parte el italiano pasó del 0,92% al 0,94% y el alemán repuntó al -0,52% desde el -0,47%. La ecuación resultante de estos movimientos fue una caída de la prima riesgo española en tres puntos básicos, hasta los 75,7 niveles que no se veían desde finales de febrero antes del estallido de la pandemia.
La corrección también se impuso en otros activos refugio como el bono estadounidense a 10 años que repuntó al 0,643%, su nivel más alto desde el 10 de julio, o el oro que corrigió un 3,8%, su mayor caída en siete años, un movimiento que obedece al mayor apetito por el riesgo ante las expectativas que genera el nuevo estímulo fiscal que prepara EE UU. Con este descenso el metal amarillo pierde los 2.000 dólares que conquistó la semana pasada.